Una canción preciosa, triste y bella, un homenaje a una perra muy querida que murió con 14 años. En la "Canción de Maggie" Chris Stapleton cuenta que una lluviosa mañana de lunes la perra despertó sin poder usar sus patas. Él se tumbó a su lado y ella, como tantas otras veces, colocó su cabeza sobre sus manos... Un tema que conecta con cualquiera que haya perdido a su compañero perruno y que para el cantante, confiesa, fue muy difícil de cantar porque él mismo lloraba mientras lo grabaron.
Déjame que te cuente la historia de una vieja amiga
Alguien la dejó en un carrito de la compra en un parking para que la encontráramos
Una cachorrota negra y peluda
Tenía hambre y se sentía sola
La colocamos en el asiento trasero
Y le dijimos que la llevaríamos a casa
Corre Maggie corre
Con el corazón de un niño rebelde
Oh corre Maggie corre
Se tan libre como salvaje.
Unos niños después
Nos mudamos a una granja
Y ella seguía a esos niños
Y siempre los mantuvo a salvo
Le encantaba perseguir ardillas
Y jugar en la nieve
Corría como un cohete
Tío, tendrías que haberla visto
Corre Maggie corre
Con el corazón de un niño rebelde
Oh corre Maggie corre
Se tan libre como salvaje.
Estaba lloviendo un lunes
El día que Maggie murió.
Ella se despertó y no podía usar sus patas
Así que me acosté a su lado
Ella puso su cabeza en mi mano
Como tantas veces antes.
Le dije que era una buena perra.
Entonces le dije adios.
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