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Primeros auxilios veterinarios: heridas, roturas de uñas, golpetazos, espigas, mordiscos, golpes de calor, envenenamientos...

Primeros auxilios veterinarios: heridas, roturas de uñas, golpetazos, espigas, mordiscos, golpes de calor, envenenamientos...

Última actualización del articulo el día 01/03/2023

Los accidentes con nuestros perros ocurren y es importante entender cuándo estamos ante una urgencia veterinaria y cuándo podemos tratar lo sucedido con más calma.

Heridas, roturas de uñas, golpetazos, espigas, mordiscos, golpes de calor, envenenamientos, atragantamientos y ahogos, diarreas... son algunos de los sustos más frecuentes, los que llevan a algunas personas a ir corriendo al vete con su perro. Y no son, generalmente los más graves.

Para tener pautas concretas en cada caso y saber cómo intentar estar algo mejor preparados ante posibles emergencias hemos charlado con Alba Fernández, veterinaria y co-fundadora de “Olfateando el Mundo”.

Si queréis tener aún más información, en la web de Olfateando el mundo encontráis un curso específico sobre primeros auxilios además de una práctica guía con los datos más importantes.

Es siempre más fácil prevenir que curar, dice Alba Fernández, pero las personas tendemos a enfocarnos en los problemas cuando se producen y nos olvidamos de la prevención y los primeros auxilios son prevención. Como es algo que hasta ahora no me ha pasado, no me preparo, no lo veo tan necesario... y entonces si llega una crisis o un accidente, entramos en pánico porque no sabemos qué hacer.

Podéis escuchar toda la charla y todos los consejos de Alba Fernández aquí, en el vídeo, pero os resumimos todo lo que nos ha contado a continuación.

Los accidentes más frecuentes suelen ser los menos graves y por eso es tan útil e importante saber diferenciar entre una verdadera urgencia veterinaria y un percance que quizá sí pueda necesitar atención veterinaria, pero sin tanta premura.

Entre los percances más habituales están las heridas, roturas de uñas, pequeñas reacciones alérgicas, temas digestivos (vómitos, diarreas, etc.). Son, normalmente, menos graves pero no se deben ignorar, lógicamente.

Entre los percances que son urgentes y que a veces pasan desapercibidos están el golpe de calor (hay que ir al veterinario incluso cuando has logrado reducir la temperatura), golpes (porque puede haber hemorragias internas), las reacciones alérgicas graves...

Botiquín básico para personas perrunas 

- Gasas estériles, vendajes antiadherentes y material para curas

- Algún antiséptico

La clorhexidina es más limpia y fácil de aplicar que el betadine, comenta Alba. 

- Blastoestimulina: esta pomada, de venta en farmacias, lleva un poco de antibiotico y tiene poder cicratizante

- Un poco de urbasón para las reacciones alérgicas graves. Tu veterinario te lo tiene que haber recetado para tener clara la dosis correcta para tu perro. Es un pinchazo intramuscular, es fácil y no hay riesgo de pinchar donde no se debe, nos explica Alba. Y algo importante, no es necesariamente lo que necesita tu perro si ha entrado en contacto con la procesionaria del pino.

- Polvo hemostático (para cortar pequeñas hemorragias)

- Termómetro

- Suero

- Bozal: además de tener bozales en casa es importante aprender cómo hacer un bozal con telas, vendas o con lo que se tenga a mano.

- Alguna jeringuilla

- Pinzas especiales para espigas

Además es útiler tener en algún lugar muy visible el teléfono de tu veterinario y de la clínica de urgencias más cercana.

Y OJO con las medicinas humanas: los antiinflamatorios, el ibuprofeno, aspirina o paracetamol NUNCA a los perros. Un perro puede llegar a morir por una intoxicación de ibuprofeno.

¿Qué hacer ante una rotura de una uña o del espolón en un perro?

Normalmente no es una urgencia veterinaria: puede que sea escandaloso por la sangre y dependiendo de la rotura podría necesitar más cuidados para evitar que se infecte pero no suele ser un percance que tenga que ser atendido de inmediato.

Podemos parar la hermorragia en casa (Alba recomienda tener en el botiquín polvos hemostáticos para animales) y luego ya acudir con tranquilidad a nuestro veterinario.

Un espolón o una rotura que sea grande se trata como una herida: necesitará curas, habrá que mantenerla limpia y seca, evitando pasear por sitios más sucios o húmedos...  

Hay veces que mejor pecar de prudente, mejor ir para que nuestro veterinario puedan revisar esa herida / rotura. Pero, también explica Alba, es importante encontrar ese equilibro para saber cuándo no merece la pena porque para muchos perros ir al veterinario puede tener un coste emocional y el percance se puede solucionar con más calma en casa.

Evidentemente si se trata de una herida profunda, una mordida, que podría tener más riesgo de infección, hay que ir al veterinario lo antes posible.

Procesionaria del Pino

El problema principal de la procesionaria no es una reacción alérgica es un efecto necrótico del tejido que esta en contacto con los pelos urticantes de la oruga. En algunos perros sí puede darse, en paralelo, una reacción alérgica, pero en general no suele suceder. Por eso mismo no es siempre necesario administrar un pinchazo de urbasón, dependerá de cada caso.

Lo que hay que hacer es limpiar bien la zona, poniéndose guantes o con pinzas, retirar los restos y agua, mucha agua, pero sin frotar. Y entonces ya al veterinario, porque seguro que nos pondrán un tratamiento.

El urbasón sería necesario ante, por ejemplo, dificultad para respirar, hinchazón masiva de la cara... si tienes miedo de no llegar a tiempo al veterinario, entonces sí sería recomendable. 

Envenenamientos: en la calle, en casa...

Los perros basurillas, esos que al mínimo descuido de sus personas se zampan cualquier cosa que pueda haberles interesado, nos pueden dar un susto. ¿Qué síntomas deben preocuparnos si sospechamos que se ha tragado algo indebido? ¿Qué podemos hacer? ¿Cuándo es urgente ir al veterinario?

El problema es que los síntomas dependen mucho del producto que haya ingerido, pueden ser muy variados. Pero si tienes la certeza de que podría haber comido un veneno o algo tóxico, ante cualquier síntoma o comportamiento que se aleje de lo normal en tu perro, acude al veterinario. Es el consejo de Alba, en este caso merece la pena pecar de precavidos.

Los síntomas podrían ser: parálisis, temblores, falta de coordinación, salivación excesiva, hemorragias espontáneas, dolor, vómitos, diarrea, apatía, falta de apetito, mucha sed, mucha orina...

¿Qué podemos hacer? Lo primero llamar al veterinario y en caso de saber qué se ha tragado el can, explicarlo para que nos den las pautas concretas. 

Si sabemos que no ha sido algo corrosivo (productos de limpieza, etc.) entonces se puede tratar de provocar el vómito con agua oxigenada. Si estamos a tiempo, en las primeras dos o tres horas, podemos evitar así que siga pasando por el digestivo, aunque pueda generar algo de gastritis. 

El agua oxigenada se da 2ml de agua oxigenada por kilo del perro y la misma cantidad de agua. Con una jeringuilla se pone en la boca.

En casa la mayoría de intoxicaciones, explica Alba, suelen ser por ingesta de medicamentos, marihuana o por chocolate. 

El problema, claro, es que en la calle te puede quedar la duda de si se trata de algún tóxico corrosivo: si has visto o queda algún resto de ese producto, cógelo y mételo en alguna bolsa para llevárselo al veterinario, para que tenga esa muestra. Y llama al veterinario o vete a la clínica directamente para que te puedan decir qué hacer.

Atragantamientos

Es básico y realmente importante, nos explica Alba Fernández, que todas las personas perrunas tengamos claro cómo hacer la maniobra de Heimlich, la reanimación cariopulmonar y la respiración boca a nariz: deberíamos practicar todo esto en casa de cuando en cuando para que en caso de urgencia sepamos de manera casi instintiva qué hacer.

Se puede practicar con algún cojín pero también con nuestro propio perro, para saber cómo acceder a esta información cuando lo necesites.

Si ves el objeto, intentas sacarlo con la mano, si no, hay que optar por la maniobra de Heimlich mientras vas camino al veterinario. Puedes ir haciendo la respiración boca a nariz para que le llegue algo de oxígeno.

 

Huesos

Para evitar riesgos, hay que evitar todos los huesos cocinados. Nunca hay que darle huesos cocinados a nuestro perro: se pueden astillar con demasiada facilidad.

Hay huesos recreativos o mordedores: siempre naturales y siempre elegidos para el tamaño de tu perro y sabiendo cómo es tu can...

Hay que tener presente que hay un aprendizaje también en esto de los huesos, nos explica Alba: si nunca le has dado un hueso crudo natural puede que le genere mucha ansiedad a tu perro por lo mucho que le puede gustar, razón de más por la que supervisar bien y hacerlo de forma gradual.  

¿Y qué pasa si tu perro se come un hueso de pollo en la calle o de la basura?Porque suele haber muchos... Lo más probable es que no suceda nada, que el hueso que se ha comido pase y lo defeque. Pero si notas cualquier síntoma raro en los días siguientes (vómitos, diarrea, apatía) entonces hay que ir al veterinario, pero no hay más remedio que esperar.

Golpe de calor

El golpe de calor es una urgencia veterinaria, hay que tener claro que incluso si logras bajarle la temperatura gradualmente al perro será importante ir entonces a la clínica porque el can podría haber sufrido daños internos. Hay consecuencias que no son visibles pero son muy graves.

Cuando un perro está en temperaturas de 40.5 o 41 estamos ante una temperatura potencialmente dañina. Los síntomas externos serían, además del jadeo extremo o el letargo, que las mucosas han cambiado de color, están más secas y de un color más intenso...  Pero ante la duda de si es un golpe de calor, hay que tomar la temperatura con el termómetro.

En estos casos lo primero será rebajar esa temperatura poco a poco, con toallas húmedas y frescas, ir poniendole el termómetro cada 10-15 minutos para comprobar si está bajando, y en cuanto se pueda, de inmediato al veterinario.

Las espigas

Los síntomas más frecuentes de que hay espigas son sacudidas de cabeza, estornudos o intranquilidad...Puede que mires y no veas nada pero si tu can sigue mostrando estos síntomas, algo tiene que haber así que mejor ir al veterinario.

Las espigas, incluso por la pata, una vez dentro pueden migrar por el organismo y pueden llegar a los órganos.

Si tu perro se deja manipular, hay que revisar bien y si ves la espiga y tienes las pinzas especiales puedes intentar retirarla tú en casa. Pero muchas veces no es viable y entonces, cuanto antes, al veterinario.

Peligros en la playa: agua y arena

Hay que tener cuidado en la playa de no tirar una y otra vez la pelota a un perro, tanto en el agua como en la arena. En ambos casos puede tragar tanta agua con sal o arena que se genere una urgencia veterinaria.

Si tu perro es de los que rascan o escavan en la arena, ojo, porque podría ser peligroso, nos advierte Alba: puede causar gastroenteritis hemorrágica y otros problemas serios.

 

 

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