Cada verano vuelve a suceder, hay noticias en España, en EEUU, Canadá, Perú o en el Reino Unido: en todo el mundo hay perros que mueren o están apunto de morir por algo absolutamente evitable, por un golpe de calor, porque alguien pensó que "un momentito" no pasaba nada, porque aparcó a la sombra, porque dejó la ventana un poco abierta, porque el perro es de color claro...
Un coche se convierte en un horno en pocos minutos y los perros gestionan las altas temperaturas mucho peor que las personas, ellos no sudan como nosotros y por eso el golpe de calor es mucho más peligroso para ellos además de que puede suceder mucho antes.
Esta nueva campaña de la Humane Society de Toronto lo recuerda con un titular que capta la atención, el mismo que hemos utilizado en esta noticia, para que quizá así sea leído por esas personas que ignoran todas las campañas sobre los golpes de calor.
Porque la realidad es que no son los coches los que matan a los perros, son las personas irresponsables.
Una pareja ha denunciado, entre lágrimas, que su perro Chilly, murió este mismo mes porque su paseador lo dejó en el coche en vez de llevarlo al parque.
Imposible comprenderlo pero según esa persona, se le olvidó que el perro estaba ahí, aparcó el coche y se fue. El Samoyedo no pudo superar el golpe de calor.
Por si eso no fuera suficientemente devastador, se ha descubierto que el mismo paseador hizo algo similar en el pasado y otro perro murió por golpe de calor estando a su cargo.
"Queremos justicia", escribía en su página de facebook, con una despedida que entenderá cualquier persona perruna, porque si ya de por sí es un mazazo para el alma perder a tu perro, perderlo de esta manera ha de ser increíblemente traumático.
"Para aquellos que no lo saben, mi querido Chilly murió trágicamente el lunes. El paseador lo dejó en su coche durante entre 2 ó 3 horas en el día más caluroso del año.
Estoy triste... Hoy no he podido ni levantarme de la cama. Estaba paralizada por el dolor.
Echo mucho de menos a Chilly y estoy muy ENFADADA.
Echo de menos a Chilly olisqueándome por la mañana para despertarme y comenzar el día.
Echo de menos a Chilly lamiendo mi cara desde mi barbilla hasta mi frente
Echo de menos a Chilly saltando sobre nuestra cama y mirándonos fijamente, despertándonos con su baba cayendo sobre nuestras cabezas.
Echo de menos a Chilly “charlándome” para que me mueva y ande
Echo de menos mis largas caminatas matutinas con Chilly
Echo de menos nuestras visitas a mi Starbucks local y las sonrisas en los rostros de todos los baristas
Echo de menos las fiestas familiares de baile de los viernes por la noche y Chilly tratando de meterse en medio de todos.
Echo de menos llegar a casa y ver a Chilly bailar claqué al verme porque está muy emocionado.
Echo de menos sentarme con Chilly todas las noches en el sofá, apretándolo hasta sentir su corazón.
Echo de menos a Chilly cada vez que abro el congelador porque ahí estaría él, pensando que estaba cogiendo una sardina congelada
Echo de menos a Chilly tratando de meterse entre mi cuerpo y el sofá para recibir su abrazo.
Echo de menos a Chilly tocándonos y queriendo tomar nuestras manos
Echo de menos a Chilly en los viajes por carretera, con la cabeza entre nosotros, queriendo besos de su mamá y papá.
Echo de menos a Chilly en la cabaña protegiéndonos de las ardillas.
Echo de menos la sonrisa de Chilly
Echo de menos a Chilly apoyando su peso en mi cuerpo
Echo de menos su cola que se menea cada vez que nos acercamos
Echo de menos a Chilly tratando de abrazar a mi hermano dcada vez que viene de visita
Echo de menos a Chilly ladrando a su "primo" Jasper en el patio trasero
Echo de menos a Chilly tratando de besar a mis hijas o lamiendo sus pies
Echo de menos a Chilly interrumpiendo mi entrenamiento y chupándome mientras trato de hacer ejercicio.
Echo de menos la felicidad que Chilly trajo a la gente - la gente siempre señalaba y sonreía
Echo de menos a Chilly acostado en el porche mientras bebemos vino y hablamos con nuestros vecinos
Echo de menos a Chilly
Quiero a Chilly
Nuestra casa está vacía
Mi familia esta rota
Todavía no nos han dado una explicación. No ha habido ningún intento por su parte de comunicar empatía o remordimiento por lo que ha hecho.
Mis preguntas para él:
¿Cuál es tu excusa ahora?
Si amabas tanto a Chilly, ¿cómo pudiste “olvidarlo” en el coche? Estoy segura que eso no lo habrías hecho con tu querido perro".
Esto sucedió en Sevilla, en 2020, según la dueña -acusada de maltrato animal- no pasaba nada por dejar al can dentro del coche pese a que las temperaturas rondaban los 40 grados en ese momento.
Otros ejemplos más de personas absolutamente irresponsables y de perros que casi pierden la vida por ello.
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