¡Qué genialidad! Mientras que durante los confinamientos a algunas personas les dio por cocinar o atesorar kilos de papel higiénico, Eliza Reinhart encontró la forma de entretenerse de manera extremadamente original y creativa junto a su can y, de paso, alegrarle el día a mucha gente.
Desde entonces no han parado de idear nuevos clásicos perri-humanos, cosechando elogios hasta de los museos donde cuelgan los cuadros originales que ella recrea.
Eliza descubrió el arte tras sufrir una lesión cerebral que hizo que perdiera la memoria: entonces, en la universidad, lo pasó realmente mal hasta que, por fin, comprobó que para pintar no necesitaba sus recuerdos.
Así comenzó esa pasión que ella ahora comparte con su guapo perrete Finn, como veréis, porque él fue su inspiración para esta serie de retratos que nació durante la pandemia: recreaciones de grandes obras de arte utilizando solo artículos que tenía por casa y mucha imaginación.
Más de 300 retratos perri-humanos que ella fue compartiendo en sus redes sociales, sobre todo en instagram:
Hay mucho, pero mucho arte en cada uno de estos retratos. Es complicado decantarse por una sola de sus obras, todas son sorprendentes y logran arrancarte una sonrisa, ¿no os parece?
Sus geniales creaciones se fueron complicando cada vez más, incorporando fondos pintados...
Tanto en instagram como en facebook, donde publica los nuevos cuadros perri-humanos, también instruye a sus seguidores sobre los artistas originales y sus obras.
Ese collar de macarrones, ¡ese collar!
Aquí, su interpretación de un cuadro de Goya que está en el Metropolitan:
Por el trabajazo y el derroche de originalidad que hay tras cada uno de estos retratos (y por sus expresiones) ¡se merece una exposición en solitario pero ya, ya, ya mismo!
Te puede interesar
