El Ayuntamiento de Madrid ha detallado recientemente que como parte de la campaña de control y reducción de la oruga procesionariase han retirado 13.836 nidosen zonas verdes y parques donde proliferan ejemplares de pinos y cedros: Casa de Campo, Dehesa de la Villa o la Finca de Tres Cantos, así como en las masas de este tipo de arbolado existentes en los parques de barrio (pinar de la Elipa, pinar de San José, parque de la Ventilla, etc.)
Estos insectos son tremendamente peligrosos para los perros: puede causar lesiones muy graves e incluso llegar a ser mortal.
Esas labores comienzan en verano y continúan hasta finales de febrero, que es -al menos en teoría- cuando las orugas comienzan su descenso de los árboles y van en esas procesiones tan reconocibles hasta enterrarse en el suelo y comenzar su metamorfosis.
Decimos en teoría porque año tras año en toda España las alertas por procesionaria llegan antes.
En cualquier caso, desde el Ayuntamiento han querido destacar el reducido número de nidos que se han retirado en 2023 en comparación con años anteriores (en 2022 fueron 65.000 los “bolsones” recogidos), algo que se debe, según explican desde el consistorio, justamente a la importante campaña realizada el año pasado.
Si nos topamos con una fila de orugas en cualquier parque, la recomendación es no acercarse a ellas y (en el caso de Madrid) llamar al 010 para dar aviso de la presencia de procesionaria del pino -siempre que la zona afectada sea de titularidad municipal).
Las orugas, especialmente las de estadios finales (entre diciembre y marzo) resultan sumamente urticantes y son muy peligrosas para los perros por eso es tan importante evitar que puedan acercarse a ellas. En caso de que lo hagan, lavar la zona con agua templada y de inmediato al veterinario.
El tratamiento de esta plaga consta de cuatro fases, explican desde el Ayuntamiento de Madrid: la primera se realiza durante los meses de verano y consiste en la colocación de trampas con feromonas, que atraen y capturan a algunos ejemplares macho de la mariposa de la procesionaria. De esta manera se evita el apareamiento de la mariposa hembra y se reduce por tanto la puesta de huevos que dan lugar a las orugas. En la presente campaña se ha procedido a la colocación de 4.423 trampas de este tipo en las zonas verdes municipales.
Entre octubre y noviembre se tratan determinados árboles con endoterapia, introduciendo productos fitosanitarios autorizados en la savia de los árboles a través de pequeños orificios de manera que lleguen a las hojas de las que se alimentan las orugas y estas mueran. Esta técnica ha sido aplicada en un total de 3.829 ejemplares, únicamente los que presentan dificultades para su compleja accesibilidad, por su altura o por su ubicación dentro de patios interiores o zonas cerradas.
La retirada de los nidos de este insecto se hace durante enero y febrero. Estos “bolsones” se encuentran en las copas de los árboles, y se realiza con tijeras de pértiga o plataformas de poda, siendo este tipo de actuación la que presenta una mayor efectividad en las tareas de eliminación de este insecto y en la que se realiza un mayor esfuerzo.
Comofase final del tratamiento de esta plaga, durante febrero se procede a la colocación de anillos perimetrales alrededor de los troncos de los árboles, impidiendo el descenso de las orugas al suelo e imposibilitando la formación de las procesiones de orugas. En la presente campaña se han colocado 1.540 anillos de estas características.
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