Muchos perros y gatos se llevan estupendamente, está claro. Pero cuando uno quiere jugar y el otro no... ¡hay que ver los momentazos que se generan!
Los mininos chicos tienen una energía loca y una capacidad pasmosa para lanzarse a por perros mucho más grandes que ellos sin ningún reparo.
Así comenzaron grandes amistades como la de Keelo y Koda, por ejemplo.
No hay nadie más persistente y valiente que un gatito con ganas de jugar :-) Para que luego digan, ¡anda que no son pacientes estos canes!
Claro que pocos gatos son capaces de seguirle el ritmo a un perro juguetón... en este otro vídeo, el asunto es al revés.
Aquí los que están de lunes son todos estos gatos tan... gatos.