BARCS es la protectora más grande de Baltimore. Cada año se ocupan de unos 11.000 animales: cuidan de ellos, los esterilizan y tratan de encontrar un buen hogar para todos sus "residentes". Y lo hacen con verdadero mimo y cariño y total dedicación. Gracias a su labor perros viejitos que han sido abandonados podrán tener una nueva oportunidad y canes que necesitaban alguna intervención médica complicada han salido adelante y ahora corretean felices.
No es la primera vez que hablamos de BARCS porque su "técnica" para aliviar y consolar a los perros y gatos que acaban de ser esterilizados o que han pasado por alguna otra intervención veterinaria es de las que derrite cualquier corazón. Y no requiere grandes conocimientos médicos, tan solo una gran dosis de empatía animal.
Our Sunday surgery crew slow dancing with puppies waking up from anesthesia. We have the best team. ❤️
Posted by BARCS Animal Shelter on Monday, March 19, 2018
"Cantar, acunar y abrazar a animales que despiertan de la anestesia es una manera de consolarlos. Así se sienten más seguros y ayuda a que estén más tranquilos. Hacemos todo lo que podemos, con recursos limitados, para que nuestros animales se sientan cómodos y queridos", explican desde BARCS.
El mismo técnico veterinario que véis en ese primer vídeo hace lo posible y lo imposible por arropar, literalmente, a aquellos animales que más lo necesitan. Para intentar evitar que se sientan asustados o desconcertados tras una operación.
Esta fue la primera ocasión en la que pudimos ver la ternura con la que tratan a los animales en la clínica de BARCS. Dennis Moses acunaba y cantaba así a una cachorrota que despertaba un poco dolorida de su esterilización.
Ojalá hubiera gente así en todas las clínicas veterinarias del mundo.