Al igual que las personas, nuestros perros pueden presentar enfermedades estacionales. Estos son los problemas de salud que suelen presentarse con frecuencia en la consulta veterinaria durante la época invernal.
Al igual que las personas, nuestros perros pueden presentar enfermedades estacionales. Estos son los problemas de salud que suelen presentarse con frecuencia en la consulta veterinaria durante la época invernal.
La diferencia entre la calidez del hogar y las bajas temperaturas del exterior puede ocasionar irritación de las vías respiratorias altas en los animales de compañía (en la nariz, la tráquea y los bronquios). Esto puede ser suficiente para provocar un cuadro respiratorio irritativo, que se presenta con tos seca, secreción nasal o estornudos.
Muchas veces se suman al problema algunas bacterias o virus que pueden agravar la afección y originar una infección respiratoria, que podría convertirse en un problema grave si no actuamos a tiempo.
El ciclo de vida de la pulga tiene lugar a una temperatura óptima de entre 20 y 25ºC, que es la que existe dentro de nuestros hogares en estas fechas, aun cuando los termómetros caen en el exterior.
Cuando llega el frío y encendemos la calefacción estamos creando el ambiente perfecto para que las larvas de las pulgas se desarrollen. Si nos despistamos al colocar el antiparasitario externo a nuestras mascotas pensando que con el frío desaparecen los parásitos, el riesgo de que las pulgas afecten a nuestros perros y gatos e infesten nuestra casa es enorme.
Para mantener estos parásitos lejos de tu mascota, puedes usar un antiparasitario como el collar Seresto, que los protege de pulgas y garrapatas durante hasta ocho meses.
Esta presencia inesperada de pulgas en nuestros perros puede originar los problemas de rascado y cuadros graves de alergia a la saliva de las pulgas, que quizá creíamos tener controlados.
Es importante que recordemos que basta la picadura de una sola pulga para ocasionar un cuadro de dermatitis en una mascota alérgica. Aunque la sintomatología de esta afección dermatológica depende de las particularidades de cada animal, los síntomas más frecuentes son: prurito intenso, resequedad de la piel, caída del pelo y aparición de costras y heridas.
Puedes evitar las quemaduras de sol aplicando en la piel una crema protectora, también existen en el mercado gafas específicas para perros. No olvides hidratar las almohadillas de sus patas antes y después de las carreras en la nieve, con esto impedirás la formación de grietas y laceraciones por el contacto con el hielo.
Las personas mayores saben de sobra que cuando cambia el tiempo sus dolores aumentan. Lo mismo ocurre con nuestros perros. Cuando baja la temperatura y sube la humedad, las articulaciones se mueven con más dificultad, la musculatura se pone más rígida y la falta de movimiento provoca mayor atrofia muscular. Así, los animales que sufren de procesos degenerativos articulares (artrosis) suelen padecer más en esta época del año.
Los problemas digestivos como vómitos o diarreas también son causa frecuente de visita al veterinario en las fechas que se acercan, normalmente asociadas a las comidas navideñas.El caldo de Navidad, el pavo o el marisco son delicias que nuestros perros no deben permitirse, ya que es muy fácil que les ocasionen trastornos digestivos que pueden ser graves.
