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El síndrome de Noé, un desorden psiquiátrico con graves consecuencias para animales y personas

El síndrome de Noé, un desorden psiquiátrico con graves consecuencias para animales y personas

Última actualización del articulo el día 08/11/2021

El trastorno por acumulación de animales, conocido popularmente como Síndrome de Noé, es un desorden psiquiátrico que consiste en acumular un gran número de animales de compañía en casa sin proporcionarles los mínimos cuidados. Es un problema que tiene consecuencias graves tanto para los propios perros y gatos (con frecuencia mal alimentados y mal socializados, enfermos...) como para las comunidades y los propios afectados.

Si tenemos constancia de algún Síndrome de Noé es importante denunciarlo lo antes posible para que las autoridades puedan actuar.

En España se han llevado a cabo diversas investigaciones sobre el Síndrome de Noé, incluyendo uno de los primeros estudios a nivel europeo sobre este trastorno, realizado en por investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona y del Hospital del Mar. Y otro estudio posterior, analizando 23 casos solamente en Cataluña.

Es un problema que conocen bien en ANAA, protectora que ha colaborado activamente con los investigadores del estudio a nivel nacional, aportando datos sobre los casos con los que han tenido que enfrentarse a lo largo de los años.

En esta interesantísima conferencia, el etólogo Jaume Fatjó, que ha participado en ambos estudios, detalla y explica cuales son las características del Síndrome de Noe así como sus consecuencias tanto para los animales como para las personas que lo sufren. 

 

¿Cómo identificar el Síndrome de Noé?

Estos son los criterios para determinar si una persona sufre Síndrome de Noé o simplemente es un amante responsable de los animales:

- Acumulación de gran cantidad de animales de forma compulsiva y desmesurada. El caso de mayor acumulación de animales conocido se fija en 550 animales en una vivienda de USA.

- Incapacidad para mantener a los animales en buenas condiciones. La escasa higiene suele ser consecuencia de la falta de medios (tiempo, espacio, recursos), pero también de la incapacidad de detectar las necesidades mínimas de los animales mantenidos. Esto conlleva enfermedades a esos animales, sufrimiento en las personas y puede llegar a convertirse en un problema de salud pública muy importante.

- Negación del problema. Las personas afectadas por este trastorno suelen pensar que están haciendo un favor a los animales, ya que la mayoría de ellos proceden de la calle.

Tal y como explica Alba Benítez de "Si mi Perro Hablara"en este artículo donde desgrana causas y consecuencias del síndrome de Noé:

"En algunos casos, los medios de comunicación presentan a las personas que padecen Síndrome de Noé como una especie de héroes rescatadores de animales. Esta imagen distorsionada es muy peligrosa ya que nunca debería confundirse la acumulación patológica con los proyectos legítimos de protección animal que llevan a cabo refugios y protectoras."

 

Sufrimiento animal y humano

El hacinamiento, la falta de higiene, la mala socialización, etc., producen enfermedades parasitarias, infecciosas y problemas de comportamiento en los animales o peor, evidentemente, puesto que la falta de cuidados puede conducir a su muerte.

Aunque algunas veces las personas afectadas disponen de presupuesto para visitas y tratamientos veterinarios, la solución a todos los problemas suele ser inalcanzable.

Planes de control

Normalmente los casos conocidos suelen salir a la luz por denuncias de algún vecino, bien concienciado por el mal estado de los animales o bien por las molestias que su acumulación ocasiona. 

Por eso, como comentamos al comienzo, es importante denunciar si tenemos constancia o sospechamos que alguna persona sufre un Síndrome de Noé.

A partir del momento en que se detecta el caso se suelen activar las alertas. El ayuntamiento, con la ayuda de alguna protectora de animales, se encarga de rescatarlos y velar por su bienestar. Sí, son las protectoras las que han de asumir normalmente las consecuencias de este grave trastorno.

Antes no se tenía en cuenta el problema de las personas que llegaban a desarrollar este síndrome con lo que al poco tiempo volvían a acumular animales y se repetía el mismo ciclo.

En EEUU, donde el Síndrome de Noé lleva estudiándose desde hace muchos años más, fue solo en 2013 cuando se reconoció como trastorno mental,según quedó recogido en la quinta edición del DSM, el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Y según se ha ido actualizando posteriormente para distinguir la acumulación de animales de otros tipos de acumulaciones.

Se ha propuesto incluso una clasificación de los acumuladores de animales, para saber cómo afrontar cada caso, diferenciando entre cuidadores abrumados, rescatadores y explotadores. 

El cuidador abrumado sería un individuo que posee una gran cantidad de animales que fueron razonablemente bien cuidados hasta que un cambio en las circunstancias afectó la capacidad del individuo para brindarles el cuidado adecuado.

Los rescatadores son personas que consideran que tienen la misión de salvar a los animales de una presunta amenaza. "Creen que solo ellos pueden cuidar adecuadamente a sus animales. Son activos, van a por más animales constantemente y tratan de esquivar a las autoridades.

Los casos de acaparamiento de animales tipificados por explotadores son los más graves y difíciles de resolver. Involucran a individuos con características sociopáticas que adquieren animales para satisfacer sus propias necesidades, con poco apego verdadero a ellos.

En todo caso, el hecho de que el Síndrome de Noé forme parte de la lista de trastornos mentales de las personas es clave para facilitar que las administraciones tomen conciencia sobre el problema desde un punto de vista médico y se tomen medidas preventivas y efectivas respecto a este problema.

Aún así, resulta evidente que las noticias sobre intervenciones policiales ante graves casos de Síndrome de Noé son tristemente frecuentes.

 

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