Los resultados de un reciente estudio sugieren que los humanos emiten un olor específico durante las crisis epilépticasy los perros -debidamente entrenados- son capaces de identificar este olor. Los investigadores de la Universidad de Rennes han medido y evaluado las respuestas de 5 perros (3 hembras, 2 machos) tras recolectar una serie de muestras de sudor de siete pacientes con diferentes tipos de epilepsia en una variedad de actividades, como descansar, hacer ejercicio o, justamente, cuando sufrían convulsiones.
El objetivo del presente estudio, por lo tanto, era evaluar si los perros, como ya se ha demostrado en el caso del cáncer o la diabetes, pueden discriminar un olor asociado a las crisis epilépticas generales (diferentes de los olores corporales de la misma persona en otros contextos y comunes a diferentes personas).
Los resultados han sido muy claros:todos los perros discriminaron el olor a convulsiones. La sensibilidad y especificidad obtenidas se encontraban entre las más altas demostradas hasta ahora para la detección de enfermedades.
Todos los perros encontraron el olor individual de la crisis epiléptica desde el primer intento y tres canes lo hicieron en el 100% de las ocasiones.Además, lograron identificar el olor de la crisis independientemente de la persona de la que procedía, mientras que la epilepsia se caracteriza por una amplia variabilidad en sus causas y síntomas (incluso hablamos de "epilepsias", en plural) .
Esto constituye una primera prueba de que, a pesar de la variedad de convulsiones y olores individuales, las convulsiones están asociadas con características olfativas.
Estos resultados, vaticinan los investigadores, abren un amplio campo de investigación sobre la firma del olor de las convulsiones. Otros estudios apuntarán a analizar posibles aplicaciones en términos de anticipación de las convulsiones.
Los perros de asistencia que viven con personas que sufren epilepsia son, por todo ello, una ayuda crucial: su olfato es clave para ayudar a reducir los accidentes o lesiones causados por crisis inesperadas.
De hecho, incluso se ha demostrado que perros no entrenadosson capaces también de alertar ante la inminente llegada de una crisis.
