La familia de Canon, un mestizo Husky de tres años, está devastada y ha compartido lo que les ha sucedido para que más personas sean conscientes del gravísimo peligro que supone para un perro ingerir cualquier alimento que contenga xilitol.El problema está en que el pancreas de los perros no es tan "listo" como el de los humanos, no es capaz de detectar que el xilitol no es azúcar y lo trata como si lo fuera, generando insulina de manera exagerada: esto produce una bajada de azúcar rápida y dramática y en algunos casos también un fallo hepático.
Es lo que le ha sucedido al pobre Canon: no saben cómo pero el can debió de comerse chicles sin azúcar (los análisis de sangre lo confirmaron posteriormente) y la intoxicación afectó directamente a su hígado y de manera tan rápida que pese a estar ingresado en una clínica veterinaria no pudo recuperarse.
Los signos de envenenamiento por xilitol se pueden desarrollar rápidamente o pasadas unas horas pero es una intoxicación tan grave que si crees que tu can ha comido algo que contenga esta sustancia cuando antes acudas al veterinario, mejor.
Los síntomas pueden incluir:
Vómito
Letargo
Desorientación
Colapso
Convulsiones y temblores.
Coma
Por eso es tan importante no dejar nunca al alcance de los perros nada que pueda contener xilitol, una pequeña cantidad -dependiendo del tamaño del perro- puede ser mortal.
Hay que tener en cuenta que el xilitol se utiliza en muchos otros productos, no sólo en chicles y caramelos sin azucar: algunos elixires bucales, muchas medicinas, bebidas energéticas, helados, yogures e incluso en algunas marcas de mantequilla de cacahuete.
