Esta sorprendente y chocante escena la han compartido desde Stray Rescue of Saint Louis y, por suerte para la guapérrima protagonista, su historia se está haciendo viral. Claro que es fácil querer compartir este vídeo porque aunque nos muestra lo peor del ser humano, también refleja la gran naturaleza de los canes. Es imposible no contagiarse de la felicidad que desprende esta perra, desde las orejas a la cola, en cuanto vislumbra que hay alguien que ha venido a rescatarla.
Parece ser que había habido unos okupas en esta casa que se fueron cuando fue vendida dejando tras de sí todo tipo de bártulos y también una perra, atada en el sótano.
Ahora esta imparable Pit Bull está a salvo y esperemos que gracias a toda la visibilidad que está teniendo su caso y su linda cara, Jumping Bean como la han llamado -por razones que entenderéis en cuanto la veáis en acción- pronto sea adoptada.