Un cachorro fue rechazado por su madre al nacer pero tuvo la suerte de que ese mismo día una gata también tuvo crías y ella sí le aceptó y se dedicó a cuidar de él como si fuera un minino más... No es la primera vez que vemos algo así y seguro que no será la últimapero siempre es tan llamativo como bonito comprobar cómo perros y gatos pueden llegar a sentirse tan próximos.
El vídeo es de una ternura irresistible pero dado que es un programa de la BBC es, además, interesante: resulta que los gatitos chicos "se piden" una tetilla y una vez elegida la marcan con su olor y es de la que siempre maman, así se mantiene la paz.
Los canes, sin embargo, no tienen esa costumbre: los cachorros pelean por conseguir el mejor puesto cada vez que van a comer.
En este caso, la mamá gata pone orden rápidamente :-)