Esta semana se ha celebrado el Día Internacional de los Derechos de los Animales. Quizás habría que celebrarlo con más frecuencia o quizá deberíamos pararnos a leer con calma alguno de los artículos de la “Declaración Universal de los Derechos de los Animales".
Es nuestra obligación, por ejemplo, garantizar "el bienestar fisiológico y conductual" de los animales sintientes que el hombre mantiene bajo su control, como los perros. ¿De verdad que hacemos eso a través de la peluquería creativa y de tintes como éste?
Porque sí, es cierto que existen tintes que son específicos para perros pero el que no sean dañinos para su piel no quiere decir que sean beneficiosos para ellos, especialmente cuando alguien decide transformar a un perro para que parezca algo diferente.
La estética por la estética, por hacer la gracia o llamar la atención, la estética que aleja a los perros de su propia naturaleza y que ellos nunca elegirían, no tiene justificación.
Hay muchísima gente, sin embargo, que no lo entiende y que defienden estos estilismos creativos de los perros, por eso mismo compartimos esta historia, para intentar aportar un pelín de cordura y recordarnos a todos que es primordial pensar en perro y no en los likes o las risas que pueda generar un perro teñido o disfrazado.
Ashley Spielmann pidió que decoraran a su Schnauzer blanco para convertirlo en el Grinch. Su otro perro, un Schnauzer sal y pimienta, se libró solo por eso, porque es oscuro...
Rizzo fue teñido de rojo y verde, siguiendo las precisas instrucciones de su humana... Ella dice estar feliz con el resultado y por eso lo compartió en sus redes, igual que su peluquera, para que todos pudiéramos verlo.
Como era de esperar, la familia Spielmann ha logrado hacerse viral y aparecer en medios de EEUU y de todo el mundo. Y según ha comentado Ashley Spielmann en prensa, le encantaría que se convirtiera en una moda para ver a perros convertidos en el Grinch por todos lados.
Spielmann le ha contado a Newsweek que su familia adora la Navidad y al Grinch y así nació la idea: "Mis hijos más pequeños vieron la película todo el rato el año pasado. Y, como los schnauzers tienen cara de mal humor, pensé que podíamos hacer algo divertido y que Rizzo sería el Grinch perfecto".
No todo el mundo ha perdido la cabeza así que la familia también ha recibido multitud de críticas. Pero no les importa, no entienden porqué otras personas consideran que esto es maltrato.
Eso es lo más complicado, lograr explicarle a alguien porqué teñir a un perro de verde y rojo no es buena idea. No le ha hecho daño físicamente, no, pero un perro no es una muñeca a la que puedes vestir y desvestir según te apetezca.
Seguro que quieren mucho a sus perros pero es aún más seguro que esto que le han hecho a Rizzo es del todo innecesario y si él pudiera elegir, previsiblemente preferiría seguir siendo perro y no un Grinch.
Y Rizzo no es el único al que le han hecho esta barrabasada. De verdad, no nos merecemos a los perros.
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