Pipa, Bruc y Aritz, de Fundación Affinity, tienen una labor realmente importante: contribuir a reducir los niveles de estrés y la ansiedad de los niños víctimas de abusos sexuales.
Estos perros forman parte de un proyecto singular dentro de un modelo de atención integral a niños y adolescentes que se empezó a aplicar en Islandia, en Reykiavik, y que desde 2020 está en marcha en Cataluña, un proyecto piloto en Tarragona, a través de la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia.
La Barnahus (Casa de los Niños en islandés) parece, justamente eso, una casa, un hogar: el objetivo es que los niños y sus familias lo reconozcan como un espacio amigable que proporciona seguridad y confianza.
Lo más importante es que todos los profesionales que intervienen en un caso de abuso sexual infantil se coordinan y trabajan bajo ese mismo techo para atender al niño o niña víctima, lejos de comisarías, hospitales o juzgados, en un entorno mucho menos árido e intentando evitar, además, que los menores tengan que relatar los hechos una y otra vez...
"Su efectividad está basada en la evidencia. Son múltiples los estudios empíricos que han demostrado que este modelo ayuda a reducir la victimización secundaria y mejora el trato hacia el niño y su familia. Además, en Islandia, por ejemplo, desde su implementación el número de casos en los que el agresor ha sido acusado se han triplicado", explican desde Save The Children.
Y es en este entorno en el que también intervienen los canes formados por Fundación Affinity a través de su programa HUSCAN de intervenciones asistidas con perros.
El objetivo principal de HUSCAN, explican desde Fundación Affinity, es que "los perros actúen como facilitadores, creando un ambiente más amigable donde los menores se sientan cómodos y menos presionados al hablar sobre aspectos emocionales, mejorando la comunicación con los técnicos sociales, educadores y personal oficial."
Gracias a los perros pueden disminuir los niveles de ansiedad del menor haciendo que puedan expresar sus emociones con más facilidad.
Además, las actividades de interacción con los perros sirven para ayudar al reconocimiento de emociones y generan un punto de partida para trabajar diversos aspectos en el ámbito de las relaciones interpersonales.
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