El objetivo, según explican, es que los ciudadanos estén a salvo. Por eso han creado un registro público de perros considerados peligrosos, un registro que incluye fotos de los canes así como el nombre y dirección de sus dueños.
Aquí podéis ver el mapa y los perros que forman parte del mismo: algunos han mordido a humanos, otros han mordido a sus congéneres y unos cuantos han matado gatos. Los hay de diversas razas, tamaños... se pueden ver sus fotos y también conocer lo que hicieron para ser considerados como peligrosos.
Según explican en la web municipal, cuando los dueños de uno de estos perros acceden a acudir a algún curso con educadores caninos aprobados por el Ayuntamiento su caso podría ser revisado para, una vez transcurrido un tiempo prudencial (entre 6 y 12 meses) y tras comprobar que el perro ya no supusiera un riesgo para los demás, quitarle de esta lista de canes peligrosos.
En esta ciudad también publican estadísticas detalladas sobre casos en los que los perros muerden, tanto a otros canes como a humanos. Aquí podéis consultarlas.
