Hemos compartido muchas veces de la enorme labor canina que está haciendo Niall Harbison en la isla de Koh Samui, en Tailandia. Este ex-emprendedor dedica ahora sus días a ayudar a los perros de la calle: alimentándolos, ofreciendo ayuda veterinaria cuando lo necesitan, tratando que sean adoptados...
Tenemos que volver a hablar de él: una vez más ha demostrado lo que se puede llegar a conseguir cuando unas cuantas buenas personas se juntan para echar una pata a los animales que lo necesitan.
Y también porque sus mensajes en torno a la sobriedad pueden ser la inspiración que necesiten algunas personas (él estuvo a punto de morir debido a su alcoholismo y fue al dejar de beber cuando decidió dedicarse a ayudar a los perros)
"Una de las mayores recompensas por dejar la bebida y luchar contra la adicción que he encontrado son las personas que conoces de repente y que entran en tu órbita. Será diferente para todos, pero mi experiencia del mundo sin alcohol es una en la que las personas son amables y compasivas de maneras que nunca creí posibles"
Aquí podéis ver lo que han logrado esta semana, transformar unos 50 bidones en pequeñas casitas para perros que viven en el calle. Como ellos se ocupan de darles de comer, saben qué canes pueden necesitar este refugio y allí es donde los han llevado.
Todo surgió porque Niall vio un vídeo en internet que le dio la idea y a partir de ahí se puso a planear cómo conseguirlo y a pedir ayuda a las personas que están en su entorno porque él reconoce que es mega torpe y hubiera sido incapaz de transformar así de bien estos bidones.
Les ha costado unos $800 gracias a la ayuda de unos cuantos estupendos voluntarios, incluyendo un policía retirado que es experto en bricolaje y que aportó unas cuantas novedades al diseño de las mini casitas para que fueran más confortables.
Si el experimento funciona, tratarán de hacer más casitas en el futuro.
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