Luna vive en una casa muy especial, un santuario urbano donde hay gallinas y también una gran cerda llamada Poppy. Y allí es donde esta guapérrima Pit Bull ha descubierto su vocación, ella ejerce de gallina clueca, casi casi, porque está fascinada por los pollitos de los que cuidan sus humanos.
"Creemos en el rescate y rehabilitación de animales que han sufrido abuso o han sido abandonados", dicen en The Homestead Animal Sanctuary. Centran sus esfuerzos en los animales domésticos (como Luna, adoptada) y de granja, como Poppy y las gallinas Jazzy o Pearl.
Algunos de sus animales se quedan con ellos para siempre y otros son cuidados hasta que pueden ser adoptados, como este pequeño que ya tiene una estupenda familia.
Y Luna, como podréis ver en el vídeo de The Dodo, siente una curiosidad y afinidad absoluta con esos bichillos pequeñitos a los que trata, casi casi, como si fueran sus retoños.
Es zampable, ¿no os parece?
Te puede interesar
