Es bastante común que los perros tengan, de cuando en cuando, un ataque de hipo. Les pasa más frecuentemente a los cachorros que a los canes adultos por su nivel de energía: el hipo, un espasmo del diafragma, puede surgir por comer demasiado rápido, por puro nerviosismo, estrés... No es algo que deba preocuparnos dado que suele pasar igual que llegó, de manera natural. Una forma de fomentar que desaparezca es sacar al can a dar un paseo, tirarle la pelota... algún ejercicio que regule de nuevo su respiración. O dejarle que beba agua, igual que en los humanos. Y, entre tanto, podemos disfrutar de estos vídeos tan, tan monos :-)
Buck tiene ocho semanas y él no entiende muy bien qué son esas cosas raras que surgen de su cuerpo... decide ladrar a ver si así le dejan en paz. ¡Normal que este vídeo se haya visto más de ocho millones de veces en sólo una semana!
A Tui, esta Bulldog Francés absolutamente comestible, le sucede algo parecido. Ella también se asusta de sus propios hipos (y estornudos) y... los ataca como puede. ¿No es para zampársela?
¿Y qué nos decís de este bellezón? Es un cachorro de lobo... Se llama Nikai y él vive en una reserva natural en South Salem, Nueva York.
Su trabajo es concienciar a los humanos en EEUU sobre los peligros y problemas que afectan a los lobos en la naturaleza. Sí, también allí... Y sí, él también está descubriendo el mundo del hipo.
