Rosie es una perra con mucha, mucha suerte. Disfruta cada día junto a una familia perri-gati-humana estupenda, la misma familia que decidió adoptarla el mismo día en que ella podría haber muerto porque estaba en una de esas perreras en las que, en ausencia de políticas de sacrificio cero y por falta de espacio, matan a animales sanos, como Rosie.
Así fue la llegada de Rosie a su nuevo hogar, un momento que dejó a toda la familia llorando de la emoción porque era una sorpresa para sus nuevas hermanas humanas.
Como veréis en el reportaje de The Dodo, las niñas habían visto a Rosie en la web de la perrera y querían salvarla. No sabían que su madre había gestionado la adopción, se temían que hubiera muerto sacrificada...
Ahora Rosie, además de disfrutar jugando y siesteando con su "hermano" Ziggy, también previamente adoptado de una granja de cachorros.
Corre todo tipo de aventuras...
Y disfruta con su nuevo "primo", este cachorrote zampable llamado Gus:
Gus, por cierto, protagoniza momentos tan imbatibles como este cuando está en su casa:
Pasar un rato en el instagram de esta familia te alegra el corazón.
Te puede interesar
