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La falta de políticas de protección animal durante la pandemia ha tenido graves consecuencias para perros y gatos, denuncia el IPPPA

La falta de políticas de protección animal durante la pandemia ha tenido graves consecuencias para perros y gatos, denuncia el IPPPA

Última actualización del articulo el día 22/06/2020

El IPPPA, Instituto de Políticas Públicas de Protección Animal, es una comunidad educativa para la protección animal destinada a ofrecer y proporcionar a las administraciones públicas y gobiernos formación técnica en materia de protección animal. Y ahora este organismo, creado por la Fundación Franz Weber, alerta de las graves consecuencias que ha tenido y continúa teniendo para los animales la pandemia, ofreciendo además una herramienta útil para intentar empezar a paliar el problema, un curso gratuito justamente para las administraciones públicas impartido a través de internet: “Convivencia responsable en tiempos de coronavirus”.

“La crisis dejó en evidencia la deuda histórica que tiene el sector público con las políticas de protección animal, a las que está obligado por diversas normativas”, advierte Anna Mulà, abogada especialista en derecho animal y portavoz del IPPPA. 

Estos son algunos ejemplos de los problemas generados durante la pandemia:

  • Falta de alternativas de custodia para los animales de las personas hospitalizadas o puestas en observación por haberse contagiado del coronavirus.

    Los animales han quedado solos en viviendas o bajo la tutela temporal de entidades protectoras o de las y los vecinos que, con buena voluntad, los cuidan y alimentan. 

  • Paralización de miles de acogidas y adopciones, al estar cerradas protectoras y refugios.

    Las administraciones municipales han hecho oídos sordos a las peticiones civiles e instrucciones del gobierno central de facilitar las adopciones como medida necesaria para garantizar un hogar a muchos animales que, tanto física como psicológicamente, han sufrido situaciones límite. Cabe señalar que tampoco se han facilitado equipos de protección (EPis) al personal de refugios y personas voluntarias; ni siquiera en actuaciones de rescate o ingreso en estos centros. 

  • Previsión de incremento de abandonos. 

    A pesar de que todavía no hay cifras oficiales, el hecho de que refugios y protectoras estuvieran cerrados durante el confinamiento, junto a la situación de enfermedad y hospitalización de millones de personas, hace prever un importante repunte de animales abandonados.

  • La compra y venta de animales por internet, sin freno ni control alguno. 

    Mientras las entidades civiles tienen que soportar el peso de miles de animales abandonados cada mes en todo el Estado, con políticas públicas muy tímidas en sus objetivos a la vez ineficientes en su gestión, el comercio de animales online mantiene su actividad sin límite alguno, insuflando aún más el número de animales disponibles totales y por tanto perjudicando las arcas públicas con aquellos que no consiguen un hogar o que son abandonados.

  • Desatención de colonias de gatos ferales. 

    La normativa aprobada ad hoc sólo facultaba legalmente la alimentación y gestión de aquellas que estaban autorizadas por los consistorios. Un hecho que solo cubre a una minoría de felinos en estas colonias. 

  • En cuanto a la proliferación de fauna silvestre en zonas urbanas y periféricas debido a la menor movilidad humana durante el tiempo de encierro, “la única respuesta institucional para su control ha sido proponer cacerías, cuando hay experiencias alternativas, ya en funcionamiento, que abogan por el uso de jaulas de trampeo para reubicar a los animales capturados y reflectores para la prevención de accidentes, entre otros” subraya Mulà, quien recuerda que “si algo debe aprenderse de la pandemia es que la biodiversidad es nuestro seguro de subsistencia en este Planeta, nuestra barrera natural entre el ser humano y los virus: menguarla es un suicidio”.

El IPPPA no solo denuncia lo sucedido, también proponen un cambio profundo en las políticas de protección de los animales. 

Y, para contribuir a ello, han puesto a disposición de las administraciones públicas un curso online gratuito “Convivencia responsable en tiempos de coronavirus”; una formación disponible a través de su plataforma de e-learning que tiene por objetivo final “fomentar políticas públicas de protección animal basadas en lograr una convivencia responsable y armoniosa entre la ciudadanía y los animales de familia, durante y tras el Estado de Alarma”. 

PD Anna Mulà fue entrevistada muy recientemente en el Podcast de Derecho y Animales. Si queréis saber más sobre su trabajo y sobre cómo ayudar a los animales desde el ámbito legal no dejéis de escucharlo: