Colin Kennedy, guionista y director de este cortometraje, lo define como una comedia sobre dientes que desaparecen, un amor no correspondido y el potencial de un perro para determinar el futuro de una pareja que no estaba destinada a serlo. No es para todos los gustos, eso seguro, pero si hay algún cinéfilo en la sala, fan del humor negro y del romance: lo disfrutará. Y el spoiler habitual, Luci, la perra, no sufre ningún daño (aunque deberían cuidar su dieta...)
I Love Luci es friki, muy friki y bastante escatológico. Está en inglés pero, da igual, la historia se pilla casi sin los diálogos :-) El corto ha pasado por numerosos festivales e incluso se llevó el premio del público en el de Almería.