Este corto es la historia de un chico que vive con una chica, un chico que tiene un perro llamado Dudley con el que mantiene conversaciones constantes... Sí, Dudley, un can guapérrimo con una cara de bueno imbatible, habla y aconseja a su humano sin parar pero el único que escucha su voz es su dueño, en su cabeza, y no tiene del todo claro que sea real.
Los perros y su capacidad para ver más y mejor que los humanos
Me or the Dog es una historia divertida y absolutamente perruna pero también es una reflexión sobre la salud mental.
Dudley es un estupendo actor, eso nos queda claro y seguro que también a Eduard Hogg, el prota humano de la historia. Él tiene esquizofrenia y debe "elegir" entre dos vidas que para él son igual de reales en un momento dado.
Más allá de la comedia hay algo cierto en la historia de Tom y Dudley, los perros pueden ser un gran aliado para alguien que tiene problemas de salud mental.
De ahí una campaña que compartimos hace tiempo en la que animan a todos el mundo a ser un poco más perro... porque ellos no juzgan y son capaces de convertirse en una compañía indispensable y un gran apoyo para una persona que pueda tener problemas de salud mental.