No es ni la primera ni la última vez que surgirá un gadget así:el anhelo de miles o más bien millones de personas es entender todo lo que dice y siente su perro. Seguro que a la mayoría por aquí nos gustaría mucho saberlo. Pero en esta era de la gratificación instantánea parece que menos personas están dispuestas a dedicar algo de tiempo a aprender a entender el lenguaje de los perros, a entender cuál es su forma de comunicarse y de hablar a la manera canina.
Es mucho más fácil -de ahí su atractivo- pensar que podría existir un "traductor canino"que no implique ningún esfuerzo por nuestra parte. Es lo que promete otro nuevo collar inteligente.
El runrún sobre el crecimiento exponencial de los gadgets para perros y gatos, lo que se denomina como Pet Tech -los expertos predicen que alcanzará los 17 millones de euros en 2027- hace que cada vez más empresas se aventuren a desarrollar todo tipo de artilugios más o menos necesarios, más o menos viables para tratar de hacerse con parte de ese pastel.
En la gran feria de la tecnología, CES, cada año hay más productos enfocados al sector de los animales de compañía. Llaman la atención y acaparan titulares en prensa mucho antes de que se demuestre si sirven realmente para algo...
Uno de los gadgets estrella en la última edición fue esta app unida a un wearable, un collar, que "traduce" los ladridos perrunos. Se llama Petplus y su precio ronda los 100 dólares.
Como podréis ver en el vídeo, el collar monitoriza la actividad de los canes, como ya hacen otros gadgets similares, pero la novedad está en que también analiza sus ladridos y los contrasta con una base de datos de ladridos caninos para indicarnos si es un ladrido feliz, triste, ansioso o enfadado.
Petplus Lab analizó 10.000 ladridos caninos de 50 razas diferentes a lo largo de tres años para llegar a crear el algoritmo que traduce ladridos a emociones.
Eso sí, los perros tienen emociones limitadas según Petplus porque su app solamente te dirá si el ladrido de tu can es triste, alegre, ansioso o enfadado (y relajado cuando no ladra, presuntamente). ¿De verdad que necesitamos un gadget para distinguir esas emociones tan básicas? Es un poco preocupante...
Está visto que la idea tiene tirón porque desde que se diera a conocer en CES hablan de este collar "inteligente" por doquier, desde en EEUU hasta en España, dando por hecho que será todo un éxito.
Lo que es interesante es que en realidad -según comprobaron científicos de la universidad húngara de Etvos Lorand- la mayoría de las personas ¡ya somos capaces de distinguir la intención tras un ladrido canino!
Sobre todo las mujeres, ya somos buenas traductoras de ladridos, como muestra en este reportaje el etólogo Ádám Miklósi, que participó en ese mismo estudio:
Desde SrPerro apostaríamos a que siempre será mucho más efectivo y útil apuntarse a algún buen curso de educación canina o leer algún buen libro de etología para aprender a entender lo que nuestros canes nos ladran o nos dicen todos los días y en todo momento, ¿no?
Aquí van algunas sugerencias: los libros de Alexandra Horowitz o los de Patricia MacConnell funcionan como traductores avanzados de perros.
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