Confundir el miedo de los perros o un exceso de energía con agresividad, sobre todo cuando se trata de un perro de tamaño grande, es demasiado habitual. Pero claro, el problema se agrava considerablemente cuando quien no ha sabido entender el lenguaje canino va armado.
La deficiente o nula formación de muchos, posiblemente de la gran mayoría, de policías y miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad ante incidentes que involucran a perros es algo que sobre lo que se pone el foco cada vez que ocurre una desgracia, como la muerte a tiros de Sota en Barcelona.
Es entonces cuando se vuelve a insistir en la importancia de que existan protocolos (que los hay, bien documentados además)para que los agentes tengan las herramientas que les permitan entender el lenguaje canino, saber cómo interactuar con seguridad con perros en todo momento, para que puedan atajar casos como el ocurrido esta semana en Terrassa en vez de empeorarlos.
El perro, parece joven y parece más bien asustado y superado por la situación, en ningún caso parece violento, pero se lleva un buen porrazo de uno de los policías locales.
Ellos alegan que el dueño del can tiene un cuchillo, como escucharéis: nadie ha aclarado qué sucedió antes de este encontronazo tan desproporcionado pero las personas que grabaron el vídeo insisten en que no vieron ningún tipo de cuchillo pero sí hay otro vídeo en redes donde se aprecia sangre en el suelo, poco más.
El perro está bien, según han aclarado desde Asociación DAP. Y desde el Ayuntamiento están investigando lo ocurrido y tienen claro que se trata de una mala actuación de uno de los agentes.
Tanto FAADA como la Asociación Defensa Animal Professional, DAP, han presentado una denuncia por este caso y han solicitado la suspensión provisional del ejercicio de funciones para el agente que en vez de afrontar la situación con calma la agrava, golpeando al perro.
Desde DAP han pedido a cualquiera que fuera testigo de lo sucedido que les contacte.
El Ayuntamiento no se ha escondido, como suele ser lo normal, todo lo contrario: no en vano en Terrassa hay una (estupenda) concejalía de Bienestar Animal que está haciendo mucho por mejorar la vida de los animales en la localidad.
A través de un breve comunicado aclaran que ya se ha iniciado una investigación sobre la actuación por parte de los agentes.
Pero es sobre todo Noel Duque, el Concejal de Bienestar Animal (entre otras competencias), quién ha querido explicar lo que están haciendo tras haber tenido constancia de la (mala) actuación policial en este caso.
Merece la pena escuchar sus palabras.
PD: Nuria Querol Viñas compartió hace bastantes años un "Manual Básico de Intervención Policial en Incidentes con Perros" que debería ser lectura obligada para todos los policías locales de España, para que puedan "realizar una acción alternativa con conocimiento, sin poner en peligro la integridad física de los agentes actuantes, las personas presentes y los animales".
Entre otros consejos básicos explica qué se debe hacer y qué no se debe hacer nunca:
- Movimientos lentos. Nunca correr.
- Mostrar el perfil, no ir de frente. Agacharse de lado, es una posición menos amenazante para el perro y ofreceremos un objetivo reducido.
- No extender la mano.
- No mirar al animal fijamente, hacerlo es interpretado por el perro como un desafío.
- Usar órdenes verbales. Los perros que han sido adiestrados pueden responder a órdenes tales como “Sit! / Siéntate!” o “Quieto!”. No está de más intentarlo siempre con un tono de voz adecuado que no muestre agresividad ni miedo.
- Caminar hacia atrás lentamente.
- Nunca intentaremos acorralar a un perro. Es mejor permitir que se retire. Son muy territoriales y frecuentemente darán marcha atrás cuando se den cuenta de que su territorio no está siendo amenazado.
- Si un perro nos recibe con hostilidad, no hemos de temer retirarnos. Echarnos atrás nos dará tiempo para valorar el próximo paso. Si no hay tiempo para retirarse, utilizaremos el bastón policial como palo mordedor o cualquier objeto que pueda morder como una chaqueta.
Entre usarlo como palo mordedor y como palo, a secas, hay una diferencia abismal.
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