Lo llaman eutanasia por conveniencia aunque en realidad se debería de describir de una manera bastante menos civilizada. Elegir sacrificar a un perro sano porque te estorba es inhumano, vil y cruel. ¿Es legal? No en una localidad donde exista una ley de sacrificio cero pero en ciudades (o países) donde no esté en vigor ese tipo de políticas entonces sí sería posible puesto que los perros siguen siendo considerados como bienes, una propiedad más. Como demostró el triste y dramático caso de una perra sacrificada para poder ser enterrada junto a su "dueña", por expreso deseo de ella en su testamento.
Menos mal que la historia de Sam y Cosmo, -los dos guapos canes de la foto- ha ido por otro camino.
El dueño de Sam y Cosmo se había divorciado y empezó una nueva relación. Por lo visto su nueva novia era alérgica a los perros así que cuando la pareja decidió irse a vivir juntos él eligió deshacerse de sus perros. Podría haber ido a una protectora, como hace mucha otra gente, pero no... ese hombre fue a su veterinario y le pidió que sacrificara a Sam y Cosmo.
Por suerte ese profesional decidió no hacerle caso. El veterinario gestionó la entrega de los canes a una protectora, advirtiendo que se trataba de una pareja a la que no se debía separar, lo que los anglosajones llaman un "bonded pair"
Sam y Cosmo pasaron tiempo en esa prote y luego fueron a otra distinta. Su historia saltó de muro en muro en facebook y demás redes sociales hasta que, por fin, alguien se fijó en ellos y una familia decidió adoptarlos juntos.
Han pasado meses de felicidad en su nueva casa compartiendo siestas, juegos, chuches y mucho más. Sobre todo, recibiendo todo el cariño que se merecían, como podréis ver por su cuenta de instagram.
La triste noticia es que Sam murió hace poco, el pasado mes de junio. Pero todos estos meses él ha disfrutado junto a su compañero perruno, siendo querido, como debe de ser, por su familia humana.
Ahora toca arropar a Cosmo para que no lo pase mal sin su compi.