Cerca de 400.000 perros han accedido ya a las instalaciones de Metro de Madrid desde que en julio de 2016, por fin, el Gobierno de la Comunidad de Madrid, permitió que pudiéramos viajar en el suburbano junto a nuestros canes, con ciertas restricciones (los perros han de llevar bozal, viajar en el último coche del convoy y respetar unos horarios).
Según los datos que han compartido desde Metro Madrid, cada día una media de 360 usuarios con perro viajan por la ciudad utilizando más del 60 % de las estaciones, destacando sobre todo Moncloa, Argüelles y Ciudad de los Ángeles. Las líneas en las que hay mayor afluencia de personas que viajan con sus canes son1, 3, 6 y 12.
Los días laborables suele haber menos perros de media (355) mientras que los fines de semana son 373 y el sábado el grueso de las entradas se registra entre las 11:00 h y las 16:00 h.
Para poder acceder a la red de Metro, los perros deben estar identificados correctamente mediante el uso de microchip e inscritos en el registro censal municipal. Viajan gratis pero hay varios requisitos desde el momento en que accedes a la estación hasta que sales a la calle: un solo perro por viajero y siempre en el último coche de cada tren. Los canes deben ir con bozal y con correa que no supere los 50 centímetros.
Salvo en horas punta, se puede viajar con perro.Es decir, los canes no pueden entrar al metro de 7:30 a 9:30 h, de 14:00 a 16:00 h y de 18:00 a 20:00 en días laborables. En julio y agosto, todos los fines de semana del año y en festivos el acceso no ha limitación horaria.
En todos los datos que han compartido de Metro Madrid, que ya véis que son muchos, no se habla de ningún problema o incidencia grave.
Es decir, pese a las reticencias de las personas con alergía o los que tienen fobia a los perros o los que, sencillamente, prefieren no estar cerca de ellos, parece que el acceso de canes a lugares públicos es viable y no genera más suciedad o malestar o enfrentamientos.
¿Cuál ha sido vuestra experiencia viajando en el metro con vuestros perros? A Tía no le gusta llevar bozal, pero lo lleva. Y a lo sumo alguna persona sonríe al verla, tan blanca y con esa apariencia de buena (apariencia...) y el bozal puesto.