La escritora y poetisa Elvira Sastre es, además, extremadamente perruna. Sus redes sociales están llenas de pelos y cariño canino, desprendidos de manera cotidiana por sus perros Viento y Berta que, además, tienen su propia cuenta de instagram.
En sus redes sociales, donde suma a cientos de miles de seguidores, con frecuencia habla de la conciencia animal, de la importancia de la adopción, y de su can Tango, el amor de su vida, su perro del alma, que aunque ya no esté a su lado siempre será su familia:
Porque Tango, un perro bueno, enfermó y ella estuvo junto a él siempre, velándole día y noche en una pelea que inicialmente ganaron juntos, susurándole que a los perros buenos no les pasan cosas malas.
Pero mejor es leer las palbras de la propia Elvira Sastre, el poema que le dedicó a Tango y el texto que ella compartió cuando presentó el precioso cuento canino que le ha dedicado a su Tango:
"Claro que todos los perros son buenos, sin excepción, pero cuando enferman se asustan, se hacen un ovillito y el mundo se agranda demasiado deprisa.
Por eso, cuando Tango se puso malo, le repetí este mantra todos y cada uno de los días: cuando salimos de consulta con un diagnóstico extraño; la mañana en la que me mareé en el veterinario después de escuchar la peor noticia, cuando me caí y él vino con sus pocas fuerzas a enroscarse entre mis piernas; después de los pinchazos y las pastillas que aceptaba sin quejarse; cuando se desplomaba sobre mis piernas y respiraba tan mal y tan despacio que yo era incapaz de dormir por si dejaba de escucharle; tras cada masaje en el esófago para que la comida cayera bien y se pusiera fuerte; en los momentos en los que parecía que sí, que salía, que todo era posible. Se lo repetí todos los días, hasta el último, en el que me dejaron quedarme con él en la jaulita del veterinario durante toda la mañana y vimos juntos cómo una perra daba a luz a un puñado de cachorros en las últimas horas del perro de mi vida.
Nos miramos y supe que todos los perros asustados del mundo necesitan escuchar algo así: «a los perros buenos no les pasan cosas malas». Porque estamos equivocados: lo peor que le puede pasar a un perro no es morir, qué va, eso es a veces lo único que les salva. Lo peor que les puede pasar es vivir asustados, con miedo a que les pasen cosas malas. Y Tango, el amor de mi vida, murió, pero fue valiente, desde el primer día hasta el último, y me hizo valiente a mí."
Aquí podéis ver y escuchar a Elvira leyendo 'A los perros buenos no les pasan cosas malas', un gran plan para El Día del Libro, o para cualquier día de la semana:
El libro es un regalo perfecto para niños y no tan niños.
