Los perros y los cerdos son especies con un sistema social complejo comparable que, cuando se mantienen como animales de compañía, se crían de manera muy similar. Por eso, investigadores del Departamento de Etología de ELTE, Hungría, han elaborado un nuevo experimento para comparar los comportamientos comunicativos de ambos hacia las personas.
Los resultados indican que, de alguna manera, los perros tienen la capacidad para comunicarse mejor con las personas: señalan a sus tutores la ubicación de un premio comestible fuera de su alcance, algo que los cerdos no llegaron a hacer.
La comunicación referencial orientada a los humanos se ha evidenciado no solo en especies domésticas sino también en algunas silvestres pero, explican los investigadores del Departamento de Etología de ELTE, la importancia de las características de las especies no relacionadas con la domesticación en el surgimiento de esta capacidad permanece en gran medida inexplorada.
Para evaluar el papel potencial de las características específicas de la especie en el surgimiento de la comunicación referencial orientada a los humanos han elegido comparar a animales de compañía socializados de manera similar de dos especies domésticas: perros, que dependen en gran medida de señales sociales visuales conespecíficas; y cerdos, que no.
Para ello han planteado el clásico paradigma de una chuche fuera del alcance de los animales con tres condiciones: presencia humana y recompensa presente, solo presencia humana, solo recompensa presente.
Ambas especies exhibieron ciertos comportamientos (por ejemplo, orientación hacia el humano, alternancia de orientación entre el humano y la recompensa) con más frecuencia en presencia del humano. Sin embargo, solo los perros exhibieron esos comportamientos con más frecuencia en presencia simultánea del ser humano y la recompensa.
Estos resultados sugieren que tanto perros como cerdos tienen el potencial de atender a las personas pero los cerdos, a diferencia de los perros, no inician una comunicación referencial con los humanos.
Los investigadores sugieren que la incapacidad de los cerdos para comunicarse referencialmente con los humanos indica su falta de preparación para hacerlo. Es decir, la domesticación o la socialización humana intensa no son suficientes para que surja una comunicación referencial orientada a los humanos en los mamíferos sociales, otras características preexistentes de las especies, como la dependencia de las señales sociales visuales en las interacciones intraespecíficas, pueden tener un papel más determinante.
El departamento de Etología de ELTE empezó a estudiar a los cerdos criados en familia en 2017. Estudios previos ofrecieron resultados similares: aunque los cerdos en miniatura muestran algunos patrones de comportamientos sociocomunicativos espontáneos similares a los de los perros, las predisposiciones de especie los hacen menos receptivos a las señales humanas y, a veces, prefieren seguir sus propias estrategias.
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