Rosa "vivía" con un criador de esos que no se preocupan en demasía por los perros porque esta perra había parido múltiples veces. En esta ocasión, sus cachorros llegaron prematuros y todos murieron. Y el criador decidió que ella ya no le servía y la dejó en una protectora. La pobre, seguro que desorientada, buscaría a sus cachorrotes... Entonces fue cuando se produjo el pequeño milagro.
El mismo día en que Rosa llegó a Secondhand Hounds recibieron otro aviso: cinco cachorrotes se habían quedado sin su madre.
No sabían si Rosa los aceptaría pero había que probar...
Rachel Mairose, la joven que nos habla de Rosa, es la impulsora de Secondhand Hounds. Cuenta que, estando embarazada de siete meses, decidió lanzarse a la aventura de crear una protectora. Empezó hace diez años, primero en su garaje y luego creciendo poco a poco.
Ahora puede decir que gracias a sus esfuerzos y a los de todos los voluntarios que han colaborado con Second Hand Hounds, 10.000 perros han encontrado un nuevo hogar. Impresionante.
