La embolia fibrocartilaginosa (EFC) ocurre cuando se produce un bloqueo en un vaso sanguíneo que irriga la médula espinal: eso puede suceder cuando una parte del disco intervertebral se rompe y bloquea el suministro de sangre a parte de la columna vertebral, produciendo parálisis en una o ambas patas.
La mayoría de perros que sufren una embolia fibrocartilaginosa tienen entre los 3 y 6 años y son de razas grandes y gigantes, aunque también afecta a los Pastor de Shetland y a los Schnauzer Mini.
Con frecuencia, la EFC surge mientras los perros corren o juegan (como veréis en el vídeo que compartimos, una perrina mayor se chocó con sus "hermanos" jovenzuelos que son mucho más grandes y activos que ella, ahí fue dónde sucedió el accidente)
En este caso, la familia de Lady captó el incidente en vídeo y lo compartieron porque sus hijos estaban muy afectados por lo sucedido y pensaron que si recibían el apoyo de más personas se animarían un poco.
Por fortuna, como podréis ver, Lady se empezó a recuperar muy rápido, bien atendida y mimada tanto por su familia humana como por sus "hermanos" perros, Bailey y Cyber.
Mientras que muchos perros pueden necesitar semanas o incluso meses de rehabilitación para empezar a recuperar la movilidad, Lady ha tenido mucha suerte: a los cuatro días del accidente ya ha empezado a recuperar el uso de las patas y está incluso empezando a andar.
Una campeona y una luchadora. ¡Vaya susto y vaya suerte!
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