Hay muchas razones por las que es imprudente y peligroso llevar a un perro suelto dentro del coche: al menos en España, se puede traducir en una multa puesto que la Ley de tráfico indica que ningún objeto -o perro- puede interferir con el conductor o con su campo de visión. Pero, sobre todo, podría poner en peligro tanto al propio perro como a los ocupantes del vehículo si se produjera un accidente.
Y, además, como hemos visto en más de una ocasión en vídeos de infarto, es fácil que el can, en un descuido, pueda saltar por la ventana con consecuencias dramáticas.
En esta ocasión, la cachorrota logró esquivar la muerte, casi milagrosamente: Sophie salió volando por la ventana del Tesla de su familia en plena autopista y no fue atropellada por un camión de puro milagro.
Se rompió una cadera pero ya está perfectamente bien, como veréis en el vídeo. Y no es la única buena noticia para esta jovenzuela porque ella, en principio, solo estaba temporalmente en esta familia, eran su casa de acogida pero tras la aventura que ha vivido, decidieron adoptarla definitivamente :-)
Los expertos en seguridad recomiendan que los perros vayan idealmente en el maletero o en el espacio trasero, en la zona de los pies, pero solo con el sistema de transporte y sujeción adecuados. Entre los más habituales: los arneses de sujeción, los transportines o los separadores del habitáculo, que deben ser firmes y estar bien anclados para evitar desplazamientos.
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