Qué razón tienen en FlyTogether en demandar un cambio en la forma en la que las líneas aéreas tratan a los perros, a los animales tanto a los que se ven obligados a ir en bodega como a los que transitan por los aeropuertos de todo el mundo.
Porque cuando son tratados como maletas, como cosas, suceden dramas como el que está viviendo una joven de República Dominicana:
Paula Rodriguez lleva 10 días desesperada, sin tener ninguna noticia del paradero de su perra, una mestiza de Chihuahua de seis años llamada Maia que se ha perdido en el aeropuerto de Atlanta.
Y si está desaparecida es por culpa de la línea aérea, de Delta porque resulta que Paula, que salió de República Dominicana con destino a San Francisco, hizo escala en Atlanta y fue ahí, al bajar del avión, cuando le indicaron que su visado no era el correcto y que tendría que regresar a su país de origen. Maia iba con ella, claro, habían volado juntas pero entonces las separaron porque el centro de detención donde alojaron a Paula no admitía canes.
Pese a sus ruegos por permanecer junto a Maia, que estaba tremendamente estresada, no se lo permitieron, relata la propia Paula. Entonces cuando, a la mañana siguiente, la llevaron de vuelta al avión que debía devolverlas a República Dominicana, nadie sabía dónde estaba Maia y obligaron a Paula a embarcar porque no podía permanecer en EEUU sin visado.
Delta tardó varios días en explicarle que la perra había roto su transportín y se había escapado en la pista de aterrizaje del aeropuerto de Atlanta.
Desde el sábado 19 de agosto, sin noticias de Maia.
En redes sociales muchas personas tratan de presionar a Delta para que aumenten los esfuerzos por localizar a Maia porque la propia Paula tuvo que regresar a República Dominicana, dado que fue deportada.
Según explican en The Washington Post, Delta ha traído a la madre de Paula a Atlanta para ayudar con la búsqueda: ella trajo ropa de su hija para ver si el olor atraía a la perra así como grabaciones de Paula llamando a Maia.
Y aseguran que los equipos de Delta no han parado de buscar a la perra desde que se perdió. Sin éxito. Y Paula está devastada, para ella su perra es su mundo.
Esperemos que los esfuerzos surtan efecto y que Maia pronto pueda estar junto a Paula.
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