La policía de Harvard, en EEUU, compartió la feliz noticia esta semana: Robert Curran, un bombero de esta localidad donde también tienen un equipo de drones vio una publicación en facebook sobre un perro perdido en medio de un bosque y decidió echar una pata.
Llamó a la familia del can para ver si podía ayudar y ellos le dieron la información sobre la zona en la que Toro, el jovenzuelo Shiba Inu. había sido visto por última vez tras escaparse.
Curran se puso manos a la obra con su dron que también tiene cámara térmica y así fue como tras aproximadamente una hora, de pronto localizó una pequeña señal de calor en campo vacío... Hizo zoom y, ¡eureka, allí estaba el can!
Así pudo dar la dirección a un amigo de la familia para que fueran a rescatar al pobre Toro, que no podía moverse porque su correa se había enredado en unas ramas.
Es decir, si no llega a ser por el dron, hubiera sido extremadamente complicado localizar al pobre perro.
Para Robert Curran ha sido un pequeño milagro navideño. Evidentemente tanto la familia de Toro como el propio can están felices de que el perro no hubiera tenido que pasar otra noche solo, pasando frío y miedo.
Claramente, el potencial de los pilotos de drones para ayudar a localizar a animales perdidos es enorme. En España solamante -que sepamos- se planteó en el caso de los podencos de La Palma pero en el Reino Unido, por ejemplo, hay un gran equipo de pilotos de drones voluntarios que se dedican a ayudar a localizar a perros perdidos, aquí podéis conocer más sobre su la imprescindible labor.
Te puede interesar
