Hace unos seis meses su destino parecía bastante negro pero Murray, este lindo Beagle de tres años, emprende ahora una nueva aventura: tras ser maltratado y abandonado, la ayuda de un puñado de humanos y sus ganas de salir adelante (y su potente olfato, feliz de tratar de encontrar comida) lo han hecho posible, ha entrado a formar parte del "equipo de Beagles" de un aeropuerto internacional.
Alguien había intentado cortarle la cola a lo bestia y también le faltaba la mitad de una oreja. Así lo encontraron, abandonado, en mal estado físico, flaco, mal socializado y con muchos miedos. En el Centro de control animal de Northeast Georgia lo acogieron pero estaba demasiado mal como para ser adoptado y ellos no tenían los recursos para ocuparse de él.
Pidieron ayuda en Facebook y por suerte una de las responsables de Alcovy Pet Rescue vio ese mensaje y se hizo cargo de Murray. Tras pasar por el veterinario para curar sus heridas, Murray fue a su casa de acogida. Y allí le dieron el cariño que necesitaba para sentirse seguro y empezar a mostrar su verdadera personalidad.
Como buen Beagle, él estaba encantado de olisquear y buscar cosas -a ser posible comestibles, claro :-) Eso les dio la idea de ver si Murray disfrutaba al hacer eso mismo, buscar cosas, pero de manera profesional.
Le apuntaron al entrenamiento del Departamento de Agricultura y el resto, como suele decirse, es historia.
Murray es ya oficialmente parte del equipo de Aduanas del Aeropuerto Internacional de Atlanta. Su trabajo será olisquear las maletas de los viajeros para asegurarse de que no hay comida, fruta o carne en su interior. Y según cuentan, a Murray le encanta estar en el aeropuerto y trabajar pata a mano con los humanos del equipo de aduanas.
