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Tuco, el primer perro cuyo destino se juzga teniendo en cuenta la reforma del Código Civil

Tuco, el primer perro cuyo destino se juzga teniendo en cuenta la reforma del Código Civil

Última actualización del articulo el día 22/01/2022

"Mi bebé no es una finca ni un inmueble ni una silla, es mi bebé, mi amigo, mi compañero, mis ojos favoritos y me lo quieren quitar, me quieren matar viva", las palabras de Öumâímà Laadam reflejan sin ambages el vínculo que siente hacia Tuco, el perro que de alguna manera va a hacer historia porque es el primero cuyo destino estará marcado por la reforma del Código Civil.

Tuco lleva más de tres años siendo el compañero inseparable de Öumâímà pero ahora espera que la justicia decida si el can puede quedarse con ella o sí, por el contrario, tendría que entregárselo a su anterior dueño, Alejandro Cofiño.

La historia de cómo Tuco llegó a la vida de Öumâímà Laadam la ha contado esta joven en la petición que lanzó en Change.org para conseguir firmas y apoyo para lograr que no separaran al perro de su lado. Una historia que revela la importancia evidente de que los jueces deban tener en cuenta el bienestar de un ser sintiente, el apego que demuestre un perro hacia una persona concreta y no solo la titularidad, a nombre de quién esté registrado oficialmente el perro. 

"Hace tres años conocí a un chico de fiesta a través de una amiga, y nos hicimos colegas sin más. En agosto de 2018 se fue de Erasmus a México durante seis meses. 

El chico estaba buscando a cualquier persona para cuidar del perro, cruce de Pitbull con pastor belga, y ya que teníamos amigos en común me lo pidió a mi también. Miré a los ojos de Tuco y me dio tanta pena que dije que sí. Acepté primero para 1 mes pero se convirtieron en 6 meses."

Posteriormente Alejandro regresó brevemente a Asturias y se quedó con el can 15 días. Se volvió a ir, y volvió a dejar a Tuco con Öumâímà. Esta vez se ausentó más tiempo y como no supo nada de él, Öumâímà decidió "hacer las cosas bien e inscribir a Tuco en el Registro de Animales de Asturias (en el que no estaba registrado), le puse todas las vacunas pertinentes, lo llevé al veterinario y a mi bebé no le ha faltado de nada. También le saqué el pasaporte pues viajo mucho y nos hemos ido juntos por medio mundo mi Tuco y yo."

Pero entonces reapareció Alejandro, en plena pandemia, con este mensaje: "bájame al perro que me lo quiero llevar he vuelto me aburro y quiero recuperar mi vida."

Ella se negó en rotundo y acabaron en los tribunales. El primer juicio lo ganó Öumâímà pero el segundo, cuando aún no se había modificado el Código Civil, lo perdió porque se consideró que el perro era un bien, sin más, un objeto, propiedad de Alejandro.

Esa segunda sentencia, que otorgaba la titularidad de Tuco a Alejandro Cofiño y que obligaba a Öumâímà a devolverle el perro, está recurrida. A la espera de juicio (gracias al nuevo Código Civil que ya sí considera a los animales como seres sintientes y les garantiza unos derechos que antes no tenían) la juez ha decidido que Tuco se quede por el momento con la persona que ha sido su cuidadora en los últimos tres años

 

La entrevista completa de telediario la 1 GRACIAS a la nueva ley del BIENESTAR ANIMAL

Posted by Öumâímà Laadam on Friday, January 21, 2022

"No me rindo y nunca paré de luchar por el bienestar de Tuco.Es mi bebé y es un ser con sentimientos que se deprimiría sin mí que soy su única familia. Lo diré en la TV y en los periódicos, llegaré a donde haga falta para que todo el mundo sepa la injusticia que estamos sufriendo Tuco y yo. Espero justicia"

 

No me rindo y nunca paré de luchar por el bienestar de Tuco. Es mi bebé y es un ser con sentimientos que se deprimiría...

Posted by Öumâímà Laadam on Wednesday, January 19, 2022

Ahora toca esperar a que la justicia siga su curso, será la Audiencia Provincial de Asturias quien tenga la última palabra, pero Tuco y Öumâímà tienen muchas más probabilidades de seguir juntos ahora, en 2022, que antes, gracias a la reforma del Código Civil que indica que se debe proteger a un animal con independencia de quién ostente la titularidad formal sobre él.

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