Una trastada épica con final feliz: una trastada de infarto que demuestra que no sólo los gatos se quedan atrapados en los árboles. Kora, una loquita Gran Danés de poco más de un año decidió darle un buen susto a su familia: no saben bien cómo, posiblemente persiguiendo a una ardilla, trepó hasta la copa de un árbol y allá que se quedó, no sabía cómo bajar. Y menos mal que no sucedió el Día de los Inocentes porque ¡los bomberos se pensaban que era una broma!
Wes McGuirk había salido a cenar el sábado y cuando volvió a casa no encontraba a Kora, a su perra. Busco por todos lados hasta que, de pronto, escuchó unos gemidos que venían de... pues sí, de las altura.
Apuntó la linterna y se encontró a la perra en el árbol, entre las ramas, a 6 metros del suelo, cual Bagheera en El Libro de la Selva, pero sin saber cómo volver a pisar tierra firme.
Él trató de rescatarla, claro, pero después de media hora, viendo que no lo lograba, llamó a la policía y al poco tiempo también llegaron los bomberos.
Así, con una escalera, un arnés y sujetando bajo el árbol una gran carpa de seguridad, consiguieron -no sin ciertas dificultades- por fin rescatar a Kora.
Y menos mal que habían colocado esa carpa porque el arnés se rompió cuando estaban descolgando a la perra, como veréis en el vídeo.
Los bomberos, como comentan en el vídeo, inicialmente sospecharon que se trataba de una broma (¡normal!) Y ellos también grabaron en vídeo el rescate y lo compartieron en su facebook donde, claro, se ha hecho viral :-)
Kora, por su parte, no tiene ni un arañazo. La bella perra, que es una mestiza de Gran Danés y Mastín Inglés ha prometido comportarse y no volver a ser tan, tan trasto :-)
