El actor Michael J. Fox, como sabréis, sufre Parkinson y lleva casi tres décadas impulsando activamente la investigación sobre esta enfermedad y también hablando abiertamente sobre sus problemas de salud para concienciar y apoyar a otras personas que también puedan estar pasando por lo mismo.
Ahora, cuando ha anunciado su retirada definitiva de los focos, porque le cuesta demasiado aprenderse los guiones, también acaba de publicar un nuevo libro autobiográfico,“No Time Like the Future: An Optimist Considers Mortality” en el que, entre otras cosas, habla de la importancia de su perro Gus en su vida.
Un perro al que él llama su quinto hijo :-)
Michael J. Fox ha participado en un programa que se llama The Pet Project, en el que ha hablado sobre Gus, su amor perruno:
"Sabes que independientemente de la situación, independientemente de cómo te sientas, este animal está contigo, está conectado a ti, eso lo sientes".
Los perros pueden ser una enorme ayuda para paliar el sentimiento de soledad que puede tener alguien con una enfermedad crónica, como el Parkinson.
“Tu instinto cuando tienes una enfermedad crónica es a veces aislarte y hacer tu mundo lo más pequeño posible para que no tengas mucho con qué lidiar, pero un perro hace que te abras”, explica el actor.
Su compañero constante fue especialmente importante cuando, dos años atrás, el actor pasó por una cirugía complcada para extirparle un tumor de la médula espinal. Cuando regresó a casa, en silla de ruedas, fue Gus, con sus ladridos y su bienvenida, el que le impulsó a sentir que todo iría bien.
Y está claro que Fox adora a Gus y Gus a su humano.
