Caitlyn es famosa en medio mundo a su pesar. Han pasado cinco años pero seguro que recordáis su historia porque la imagen de Caitlyn con su hocico atado con cinta aislante es difícil de olvidar: el inhumano de su presunto dueño, harto de que ladrara, le ató la boca con toda la fuerza que pudo. Ella apenas sí podía respirar, su lengua estaba empezando a necrosarse cuando por fin fue rescatada. La notoriedad del caso al menos sí ayudó a que la sentencia también fuera ejemplar: 5 años de cárcel por maltrato,cinco años que el individuo que machacó a Caitlyn cumplirá íntegros.
Una vez celebrado el juicio, Caytlin por fin pudo ser oficialmente adoptada por la familia que ya la adoraba, la familia que la había acogido: ni más ni menos que el mismo fiscal que logró que su maltratador fuera a prisión, Ted Corvey.
Como veréis, Caitlyn forma parte de una gran familia perruna y humana y solo sabe lo que es disfrutar de una vida perra de verdad.
Cinco años en los que sin duda habrá olvidado todo el dolor y el miedo que otros humanos le hicieron sentir. Ella ha tenido mucha, mucha suerte.
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