Todo comenzó cuando la familia de Sarge, el guapo Pastor Alemán de la foto, encontró un cervatillo herido en medio de un camino. Ellos lo rescataron, se llevaron a Buckwheat -como lo llamaron- a su casa, una granja en el campo, para cuidar de él. Y así fue como Sarge descubrió su vocación porque el can inmediatamente se convirtió en la niñera del cervatillo.
Sarge acompañaba a Buckwheat por doquier, andando a la misma velocidad que el cervatillo y asegurándose que no se perdía, según explica su familia. Así le fue ayudando a sentirse acompañado y seguro mientras se recuperaba físicamente.
Y, de hecho, cuando el cervatillo ya empezó a aventurarse más lejos solo, Sarge era el encargado de ir a buscarlo y traerlo de vuelta a casa.
Cuando ya estuvo bien del todo y podía valerse por sí mismo, Buckwheat fue devuelto al bosque pero al haber visto lo bien que Sarge y sus humanos habían cuidado de esa cría de ciervo, sus vecinos por la zona empezaron a recurrir a ellos cada vez que aparecía un cervatillo en apuros.
Y así se han convertido, de alguna manera, en un pequeño e inesperado santuario porque, como veréis en su instagram, también rescataron a un ternero (Bucky) y a otros animales.