Todos los rescates de perros son milagrosos pero algunos son más milagrosos que otros, parafraseando a George Orwell. Porque esta historia sucedida recientemente en Missouri parece sacada de algún cuento infantil repleto de finales felices.
Abby, una mestiza de 13 años, ha vuelto a nacer gracias a una enorme casualidad, la que hizo que un grupo de espeleólogos eligiera explorar un extenso sistema de cuevas llamado Berome Moore y se percataran que allí abajo, a más de 150 metros de profundidad, había una perra, sola y perdida, casi moribunda.
Abby había desaparecido de casa la primera semana de junio, la habían buscado por todos lados pero no daban con ella. Se temieron lo peor, que hubiera muerto: como en la zona hay muchas cuevas y recientemente había habido inundaciones, pensaron que quizá, persiguiendo algún rastro, había caído en alguna de esas cavidades y había sido arrastrada por el agua.
Y algo así habría sucedido, seguramente, pero Abby seguía dentro del sistema de cuevas, ya agotada, sin poder salir. Allí fue donde la vio un pequeño grupo de espeleólogos que alertaron al departamento de bomberos y también, más suerte aún para Abby, a varios miembros del grupo de la Fundación de Investigación de Cuevas que justamente estaban por allí.
Así fue como dos de ellos, avezados espeleólogos, bajaron esos 152 metros a por la perra: vieron que no estaba herida pero sí en mal estado, extremadamente débil. Colocaron una manta dentro de una bolsa de lona y ella no lo dudó, se subió. Lo que siguió fue un complicado rescate de una hora con Abby dentro de esa y dos personas turnándose para poder subir hasta la superficie.
Hey Facebook! Here’s a feel good story of survival. I’m at a caving project in Perry county where a hand full of...
Posted by Rick Haley on Saturday, August 6, 2022
Multitud de medios han compartido esta feliz historia, a todos nos alegra el día y el mes saber que existe buena gente y finales tan felices como este.
Abby ya está de vuelta en casa, como veréis, con una familia extremadamente contenta de tenerla a su lado, poco a poco, recuperándose de la pesadilla que vivió los últimos dos meses.
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