El Club Canicross Rioja ha anunciado esta semana que esta temporada no organizarán ningún evento de canicross, incluyendo la Liga ‘Rioja Adopta’ de Canicross que desde 2013 buscaba concienciar sobre el abandono y fomentar la adopción de perros.
Han tomado esta dura decisión tras constatar que los animales, los perros, han quedado desprotegidos con la aprobación de la nueva Ley del Deporte en diciembre de 2022.
Pese a todas las alegaciones y alertas ante lo que se avecinaba, también en este caso han salido perdiendo los animales, los perros: en la Ley del Deporte no hay mención alguna al maltrato animal, desaparecen las obligaciones legales y quedan en manos de las distintas federaciones.
La temporada 2022-2023 ha coincidido con un momento especialmente amargo para la protección de los animales que participan en el deporte, explican desde el Club Canicross Rioja: la nueva Ley del Deporte deja al arbitrio de las federaciones deportivas la protección de estos animales.
Es algo que también denunciaron en su momento los operadores jurídicos que forman parte de INTERcids.
Esto es lo que nos explican desde el Club Canicross Rioja. Leedlo con calma porque tiene miga.
Es un proceso tristemente similar a lo sucedido con los perros de caza y trabajo en la Ley de Bienestar Animal, primero están en el texto y luego -debido a diversas presiones- desparecen, quedando fuera del ámbito de la norma y por tanto, desprotegidos. Y, sí, también aquí ha tenido algo que ver el lobby de la caza...
"El proyecto inicial de esta ley, que el club apoyó en la consulta pública que se realizó sobre la norma, incluía un escueto párrafo que declaraba los valores de respeto y cuidado hacia los animales y la prohibición de su maltrato en el deporte. Tras las presiones ejercidas por varias federaciones deportivas para eliminarlo, el artículo fue modificado y finalmente la Ley del Deporte ha dejado a los animales utilizados en estas actividades fuera del marco de protección pública."
"Cuando en 2019 el Ministerio de Cultura y Deporte comenzó a elaborar la nueva ley del deporte, decidió incluir por primera vez una referencia a la protección de los animales. Se trataba de un artículo en el que de manera muy general, se declaraba el deber de garantizar el bienestar de los animales en la actividad deportiva, evitando su sufrimiento o maltrato.
<<Artículo 9.- Protección de los animales.
1.- La participación de los animales en la actividad deportiva se hará en condiciones que permitan asegurar su protección, su salud, su bienestar y la tenencia y utilización adecuadas y responsables.
2.- En cualquier caso, la utilización de animales en la práctica deportiva se desarrollará en condiciones que eviten el sufrimiento o maltrato.>>
Entonces, una serie de federaciones, reconocidas por el Consejo Superior de Deportes como “deportes” (la Federación Española de Caza -en la que está integrado el Agility, la Federación Española de Galgos, la Federación Hípica Española, la Federación de Tiro a Vuelo, la Federación Colombófila Española, la Federación de Colombicultura y la Federación Española de Pesca y Casting), se unieron para alegar contra este proyecto de ley del deporte.
Manifestaron al Gobierno que introducir a los animales en la ley del deporte era “inútil, superfluo e innecesario” porque esos animales -que calificaron como “auxiliares” del deportista humano- supuestamente ya estaban protegidos por otras normas.
El Club Canicross Rioja y otros clubes deportivos se desmarcaron de dicha posición ante el Consejo Superior de Deportes y ante la Real Federación Española de Deportes de Invierno (en la que se incluyen el Mushing, el Canicross y el Bikejoring), pidiendo que la Ley del Deporte sí proclamara la protección de los animales y prohibiera su maltrato."
Sin embargo, denuncian desde el Club Canicross Rioja, "tanto el Gobierno de España como el Congreso y el Senado cedieron a las presiones de las federaciones, quienes consiguieron no solo eliminar la referencia a la prohibición de maltrato animal, sino también que la ley del deporte terminara dejando en manos de las respectivas federaciones todo el control y la regulación sobre los animales utilizados en actividades deportivas."
Así es como ha quedado, finalmente, el artículo 10 de la Ley del Deporte, la protección de los animales queda a merced de las federaciones:
<<Artículo 10. Protección y bienestar de los animales y conservación del medio ambiente.
La protección de los animales utilizados para la práctica deportiva se regirá por lo dispuesto en los reglamentos federativos correspondientes, que velarán por la salvaguarda de las condiciones que garanticen su protección y bienestar. Asimismo, se garantizará la protección del medio ambiente y el respeto a los entornos naturales donde se desarrollen las prácticas deportivas.>>
"El Club Canicross Rioja califica de intolerable que a través de esta ley los poderes públicos, que es a quienes corresponde regular y velar por la protección de los animales (como en otras materias), trasladen su competencia y responsabilidad a las federaciones, a las que se está permitiendo autorregularse en esta materia, y decidir cada una qué entiende por proteger a un animal.
El club recuerda que son las leyes las que establecen qué obligaciones tienen que cumplir las personas con animales a su cargo, y que de ninguna manera esto puede quedar en manos de las federaciones, entidades privadas que únicamente se rigen por sus propios intereses."
Por eso, en protesta ante la normativa que se ha aprobado, el Club Canicross Rioja ha tomado una dura decisión: no organizar ningún evento deportivo durante esta temporada, incluyendo la conocida Liga ‘Rioja Adopta’ de Canicross:
"Desde 2013 el Club Canicross Rioja ha venido organizando eventos deportivos en diversos municipios de La Rioja, con el fin de concienciar sobre el problema del abandono de perros y favorecer la adopción, así como para promover la tenencia responsable de animales y, en general, la necesidad de mejorar su protección.
Frente a esto, la aprobación de una Ley del Deporte que, a pesar de propugnar otros valores sociales como la no violencia o la inclusión social, ha sucumbido a los intereses privados dejando fuera del amparo legal a estos animales, invalida el deporte como ámbito desde el que proclamar el respeto, la empatía y el cuidado de los animales.
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