Abby es una pequeñuela valiente: una vez que se sintió cómoda con su nueva familia dejó claro que estaba dispuesta e emprender todo tipo de aventuras. Por eso cuando a su lado llegó un can grandote, también ciego y también inicialmente tímido, ella fue la encargada de inspirarle confianza y animarle...
Abby es una guapa pomerania...
... Y su mejor amigo perruno es Duke, este bello labrador.
Ambos tienen muchas cosas en común: han sido adoptados por una familia que los adora y sí, a los dos les tuvieron que quitar los ojos para así mejorar su calidad de vida.
Se han hecho del todo inseparables.
Y con cada paseo y cada foto que su humana comparte en instagram van demostrando que los perros ciegos pueden hacer exactamente lo mismo que los perros que ven, aunque puede que les lleve un poquito más de tiempo aprender. ¡Vaya pareja tan divina y vaya familia tan estupenda!