Hay quien está convencido que su can se zampó "esos" zapatos o "ese" gadget caro-carísimo por venganza. Y no, no es así, igual que cada vez más estudios demuestran que no hay perros culpables sino canes que reaccionan ante el lenguaje corporal de sus dueños, cuando un perro se dedica a destrozar algo normalmente es por aburrimiento o frustración, no porque quiera fastidiarte. A veces no pasa de trastada divertida, otras efectivamente puede ser una muestra de ansiedad por separación o incluso convertirse en un verdadero peligro, si el can decide entretenerse con un cable enchufado...
Ahogos (y muertes caninas) evitables: el grave peligro de las bolsas de plástico
Hemos compartido ya varios vídeos de algunos expertos decoradores perrunos: está el Boston Terrier que incluso protagonizó un anuncio de Ikea y está el equipo sincronizado y en versión time lapse, gran hit.
Un guapérrimo Golden que está solo en casa y claramente aburrido. ¿Qué hacer? sacar el Dogzilla que lleva dentro y redecorar para dejarlo todo "como nuevo".
Imbatible el momento en que el can va a recibir a su humana a la puerta, más feliz que nadie.
En ese caso como mucho tendrá que reponer algunas de las cosas que su perro ha decidido destrozar pero como nos muestran en este otro vídeo, el asunto puede ser francamente peligroso.
¿Qué pasa si tu perro es de los curiosos? ¿Qué pasa si te has dejado un móvil cargándose o una estufa encendida? Sí, existe el riesgo de un cortocircuito, de un accidente mucho más grave.
Los datos que comparte Electrical Safety First son significativos. Según ellos, en el Reino Unido cada año hay hasta 20.000 incendios causados por cortocircuitos y en muchas ocasiones la causa puede achacarse a los canes (y otros animales de compañía).
Eso, a lo largo de los años, se traduce en que hasta 60.000 animales de compañía han muerto en algún incendio de ese tipo.
Y, por descontado, si un can está destrozando cosas porque sufre ansiedad por separación, entonces es muy recomendable hablar con un profesional: es un trastorno grave, que sin duda se puede aliviar y curar, pero requiere mucha paciencia y los consejos de algún educador canino.
