En el Reino Unido aún son legales las carreras de galgos aunque año a año crece la presión para que se cierren todos los canódromos y se prohiba este presunto deporte. Greyhound Board of Great Britain es la organización encargada de regular esta actividad y de garantizar también el bienestar de los animales. Acaban de hacer público el informe anual con los datos de 2018 y pese a que se están impulsando diversas mejoras y medidas que prevengan accidentes, etc., el año pasado se han contabilizado 5000 lesiones y 932 muertes, aproximadamente el mismo número que en 2017.
En 2018 cientos de perros fueron sacrificados por razones que incluyen el alto costo del tratamiento médico, la ausencia de una "opción viable fuera del hipódromo" o porque se consideró "que no eran aptos para ser adoptados". 242 murieron o tuvieron que ser eutanasiados como consecuencia directa de las lesiones sufridas en alguna carrera. Aquí podéis consultar todos los datos sobre lesiones y muertes de galgos en 2018.
En positivo, casi 900 animales se retiraron quedándose con sus entrenadores, responsables también de buscar un hogar distinto para otros 936 galgos. Y 4500 fueron a Greyhound Trust, la mayor protectora dedicada a ayudar a los canes de esta raza.
Aún así, Trudy Baker, la coordinadora de otra asociación que vela por el bienestar de los galgos de carreras, Greyt Exploitations, denuncia en The Guardian que "cientos de perros catalogados como 'retirados' por la GBGB permanecen en un entorno comercial, confinados a las perreras de entrenadores que no han cumplido con una especificación acordada del British Standard Institute, ya sea utilizada para la reproducción, obligados a donar sangre habitualmenteO simplemente esperando ser adoptados. Cientos más se venden o se regalan de nuevo para la reproducción, para competir en el extranjero o en pistas independientes, o se utilizan para la investigación y la disección".
Chris Luffingham, de la League Against Cruel Sports insiste, también en The Guardian, en que las carreras de galgos son intrínsecamente inseguras por el tipo de pistas donde corren los perros. "Lo que realmente necesitan estos galgos no son aún más promesas de la industria, sino que el deporte se elimine gradualmente y los perros encuentren buenos hogares donde puedan vivir vidas largas y saludables".
Esta organización lleva años luchando para que se prohiban las carreras de galgos y han denunciado y documentado las condiciones en las que "viven" algunos de estos perros:
