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Mitos y verdades en torno a la osteoartritis canina, una enfermedad que afecta a 1 de cada 4 perros adultos

Mitos y verdades en torno a la osteoartritis canina, una enfermedad que afecta a 1 de cada 4 perros adultos

Última actualización del articulo el día 13/10/2021

La osteoartrtitis (OA) puede afectar a perros de cualquier edad y tamaño. A diferencia de la artrosis en personas, no es una dolencia asociada únicamente con la edad y es, de hecho, mucho más común de lo que pudiéramos sospechar (afecta a uno de cada cuatro perros adultos, una cifra aún más elevada si hablamos de perros senior).

El diagnóstico temprano es crucial para lograr que no empeore la calidad de vida de los canes. Por eso en SrPerro hemos charlado con Beatriz Delgado, veterinaria del departamento técnico de animales de compañía de Elanco, para conocer las claves sobre la OA y saber qué síntomas o comportamientos de nuestro can deberían hacernos ir al veterinario.

Podéis ver la entrevista completa en el vídeo o leer lo que nos ha contado Beatriz Delgado en este texto.  Además, en la web de "Perros sin OA" encontraréis más recursos sobre esta patología.

La osteoatritis ¿es lo mismo que la artrosis?

Sí, realmente es lo mismo. Es una enfermedad que afecta a la articulación y puede afectar a toda la articulación, que es crónica, inflamatoria e irreversible. Es una patología que acaba alterando la calidad de vida del animal en su conjunto. 

La OA es una enfermedad muy importante que muchas veces se minusvalora.

Y… ¿qué es exactamente la osteoartritis canina?

A diferencia de lo que ocurre en personas, donde la osteoartritis está más vinculada a la edad, al desgaste producido por la edad, en la mayoría de los perros suele aparecer porque el animal tiene otra patología previa, aunque la edad también empeore la situación. 

Por ejemplo, una malformación genética, una displasia de codo o de cadera, o un traumatismo. 

La displasia de cadera, que tiene un componente hereditario, es una alteración de la articulación de la cadera donde los huesos no encajan perfectamente. Con el movimiento se va produciendo inflamación y erosión del cartílago que hay en la articulación, puede llegar al hueso que hay debajo del cartílago y a toda la estructura articular. Provoca dolor, inflamación y una cojera...

La OA también puede surgir en casos de traumatismo, como decíamos, como la rotura de un ligamento cruzado de la rodilla y en algunos casos por exceso de ejercicio en perros de trabajo.

En la mayoría de los perros, la edad hace que la enfermedad se agrave, pero realmente existe desde mucho antes y puede aparecer en animales muy jóvenes. Puede dar síntomas desde mucho antes. 

¿Puede afectar a cualquier articulación? ¿O afecta a algunas articulaciones con más frecuencia que otras?

Si, puede afectar a cualquier articulación pero es más frecuente en rodilla, cadera y codo. La raza también influye en qué articulación tiene más probabilidades de estar afectada.

¿Y tiende a extenderse a más articulaciones?

No tiene porqué extenderse a otras articulaciones pero lo que sucede es que por ejemplo, la displasia de la cadera que comentábamos antes puede acabar produciendo artrosis en la rodilla porque el perro cambie la postura al caminar para evitar el dolor de la cadera y esto hace que se vea afectada la rodilla. Pero no es una enfermedad que progrese de una articulación a otra, no se extiende.

También puede ocurrir, en los casos de animales con OA por la edad o por exceso de ejercicio, que aparezca en varias articulaciones a la vez por el desgaste.

¿Cómo de común es esta enfermedad?

Es sorprendentemente común: los datos reflejan que uno de cada cuatro o cinco perros de más de un año puede sufrir OA. Si hablamos de perros de más de siete u ocho años, el 60% se pueden ver afectados.

¿Suele afectar a algunas razas en concreto?

Sí, hay algunas que están más predispuestas a padecer OA, como los Golden Retriever y los Labradores, Pastores Alemanes, Rottweiler, Mastines, Bull Dogs...  

Es decir, generalmente perros más grandes porque se añade otro factor, que es el peso: al cargar más peso sobre la articulación hace que el deterioro sea más rápido.

Se puede dar en perros jóvenes, como comentábamos, diagnosticándose cuando el perro tiene seis meses o un año.

Si tienes un can que es de una de esas razas predispuestas a tener OA sobre los seis meses se suele hacer un control y luego al año. En estos controles se descarta o confirma la malformación que luego puede dar lugar a la OA. Si se confirma, entonces se establece el tratamiento que el veterinario considere.

¿Qué síntomas hemos de tener en cuenta?

Los propietarios deben de estar pendientes de cualquier cambio asociado al dolor. Por supuesto si el animal cojea pero también es muy importante estar atentos a los cambios de comportamiento. A veces no sabemos valorarlos bien: por ejemplo si a nuestro can le gusta jugar con otros perros al salir a la calle y llega un momento en que deja de hacerlo, puede ser un síntoma de OA. Que de pronto se vuelva "antipático", que no quiera ni acercarse a otros canes cuando antes sí lo hacía. Incluso que nuestro animal no nos deje acariciarlo: si le duele y se aparta...  

Algo que suele ocurrir con frecuencia es que tenemos un perro con algún problema articular pero no somos conscientes. Hay perros que “andan raro” y como lo llevan haciendo desde siempre nos acostumbramos y pensamos que es normal. Conviene que un veterinario lo valore para ver si es un síntoma del problema.

Existen cuestionarios de valoración para propietarios que les ayudan a ser conscientes de los cambios que se están produciendo en su animal y así poder identificar el problema.

En la web de "Perros sin OA" podréis ver más más señales de que un can podría tener OA.

Cuando vamos al veterinario es muy importante nuestra valoración sobre los cambios que esté teniendo nuestro perro.Incluso podemos grabar vídeos cuando esté andando o cuando veamos que no logra subir unas escaleras, etc. para enseñarlos.

El veterinario explorará al can, valorará la postura en reposo, en movimiento... si lo considera necesario hará una radiografía, etc. Pero dado que muchos canes se tensan al ir al vete, por eso es tan útil que seamos nosotros los que podamos aportar información sobre esos cambios de movilidad que hemos percibido.  

¿Hay algo que podamos hacer para intentar evitar que nuestro perro desarrolle osteoartritis?

Evitar el desarrollo es complicado pero sí podemos ralentizar el desarrollo y mejorar la calidad de vida. El control de peso es muy importante, un exceso de peso sobrecarga las articulaciones y si esto ocurre en una articulación con OA, produce más inflamación y dolor. Un animal con OA siempre debería mantener el peso adecuado o incluso un poco delgado, su calidad de vida será mejor.

Además es recomendable hacer un ejercicio controlado, es decir, que ayude a reforzar la musculatura alrededor de la articulación para que absorba el impacto del movimiento y repercuta menos sobre hueso y cartílago. Pero siempre controlado, un ejercicio excesivo puede tener el efecto contrario.

Los ácidos grasos han demostrado tener un efecto antiinflamatorio a nivel articular que también es beneficioso para el tratamiento de estos animales.

Existen dietas comerciales (piensos) que los veterinarios pueden recomendar al propietario que ayudan en esta enfermedad.

 ¿Por qué es tan importante el diagnóstico temprano?

En una enfermedad como esta, que cursa con deterioro de la articulación, es fundamental intervenir cuanto antes para ralentizar el proceso y mejorar la calidad de vida del perro.

Al diagnosticarla cuanto antes y reducir el dolor, el can mantiene su movilidad y no se favorece el sobrepeso. Además, cuando un animal tiene un dolor crónico de este tipo, se produce un fenómeno llamado “sensibilización” que hace que el perro cada vez tenga una percepción de dolor mayor aunque la articulación no empeore. Se debe a que se sensibiliza toda la zona de la lesión y también el sistema nervioso central. Si comenzamos a tratar desde el inicio, con el tratamiento adecuado y durante el tiempo suficiente, evitaremos esta sensibilización y nuestro perro sentirá menos dolor. Su calidad de vida será mejor.

¿Cuál es el tratamiento que se suele recomendar?

Se recomienda hacer un tratamiento multimodal. ¿Qué quiere decir esto? Que se combinan varios tipos de tratamiento para conseguir una eficacia mayor: control de peso, ejercicio controlado, tratamiento con antiinflamatorios a largo plazo, también puede ayudar la fisioterapia y la rehabilitación...

Si no se trata la osteoartritis, ¿qué sucede?

Un perro con OA sin tratamiento empeora más deprisa y verá reducida su movilidad y su calidad de vida más rápido.

Es muy importante no menospreciar la enfermedad, no pensar que es similar a la artrosis en las personas. Si no se trata en los perros y su movilidad se ve totalmente reducida y no pueden ni levantarse... esto puede llevar a tener que tomar una decisión drástica y muy dura dado que su calidad de vida es inexistente. La OA puede llegar a ser causa de eutanasia.

Con el tratamiento adecuado podemos mejorar mucho la calidad de vida de nuestro perro.

¿Y qué calidad de vida tiene un perro que está recibiendo tratamiento de OA? 

Es una enfermedad crónica que no se cura pero con tratamiento puede llevar una vida de lo más “normal”.

Habrá que estar siempre pendientes de que no coja peso y que su ejercicio sea razonable. Le vendrá bien cualquier ejercicio que sirva para mejorar la masa muscular pero que no suponga un impacto sobre la articulación. Es decir paseos con correa sí pero juegos intensos con otros canes o carreras descontroladas, no.

Es muy importante que un perro con OA, tratado o no, mantenga el peso adecuado. Hay que controlar la dieta, para que no acumulen peso y también porque la grasa favorece la inflamación.

También es buena idea hablar con un fisiterapeuta especializado.

¿Después de todo lo que hemos hablado, darias algún consejo a los propietarios que tienen un perro con osteoartritis?

Que tenga paciencia, que no se va a solucionar mañana, es una enfermedad crónica pero si la diagnosticamos a tiempo y estamos pendientes vamos a conseguir que tenga una calidad de vida bastante buena.

Y vamos a conseguir que un miembro de la familia disfrute con nosotros de la mejor manera posible, algo que hace que el perro se sienta mejor y tú también. 

El tratamiento es largo, en muchos casos continuo y de por vida, pero merece la pena para poder disfrutar de nuestro perro muchos años sabiendo que estamos haciendo lo mejor para él.

 

PD: Como comentamos al comienzo, en la web de Perros sin OA encontráis muchos recursos más sobre esta patología.

 

Y compartimos aquí también el Manifiesto sobre la OA que han creado desde Elanco para tratar de aumentar la concienciación sobre esta enfermedad: