No se puede prevenir porque se desconoce lo que causa esta enfermedad que mata a 9 de cada 10 perros afectados. Los primeros casos diagnosticados ocurrieron en EEUU entre galgos de carreras, en Alabama (de ahí su nombre): desarrollaban úlceras en la piel y morían por un fallo renal. No se sabe bien cómo pero en torno a 2012 dio el salto al Reino Unido. En España no ha habido ningún caso pero en el Reino Unido la preocupación es cada vez mayor porque más de 100 perros han muerto por lo que en el mundo anglosajón se conoce como Alabama Rot, Podredumbre de Alabama (el nombre oficial es Vasculopatía glomerular renal y cutánea idiopática - CRGV).
A diferencia de lo que sucedió en Alabama, perros de todas las razas, edades y tamaños han contraído la enfermedad en los últimos años en el Reino Unido y en Irlanda. Hay quien especula que quizá no sea exactamente la misma enfermedad pero los síntomas son muy similares.
Aquí podéis ver el mapa en el que se han identificado todos los casos confirmados.
El gran problema es que como se desconoce la causa de GRGV, los veterinarios no saben qué consejos dar para que los dueños de canes sepan como proteger a sus animales.
Hay indicios de que los perros pueden coger Alabama Rot en paseos en áreas de barro y bosque, se sospecha que hay un desencadenante ambiental pero no se ha logrado probar que haya una toxina específica que esté enfermando a los perros.
¿Cuáles son los síntomas de la podredumbre de Alabama?
Los primeros síntomas son lesiones en la piel, úlceras o llagas, no causadas por ninguna lesión conocida. Aparecen en las piernas, el cuerpo, la boca o la lengua. En cuestión de días, los perros presentan síntomas de daño renal agudo (vómitos, hambre reducida o cansancio inusual).
Parece que el mayor número de casos confirmados se ha dado entre invierno y primavera, entre noviembre y abril.
En el Reino Unido la recomendación es acudir al veterinario de inmediato si se observa algún síntoma así.
¿Cómo se trata?
La enfermedad no tiene cura como tal, pero se puede tratar de "atacar" los síntomas yla atención temprana es clave. Un veterinario podrá determinar si el perro necesita antibióticos, si la zona donde tiene las llagas necesita ser cubierta, etc.
Los perros que han logrado salvarse son aquellos que no llegan a desarrollar problemas renales. En caso contrario, la Podredumbre de Alabama puede acabar con la vida de un perro en menos de una semana.
Más información: alabamarot.co.uk //VetsNow
