Hay mucha gente que se asusta al ver un perro con bozal porque creen que eso es sinónimo de que es peligroso. Y la realidad es que en muchas ocasiones ese can lleva bozal porque no tiene más remedio, ¡porque lo exige la ley!
Que un perro lleve bozal no debería de ser visto como algo negativo.
No tiene nada que ver con su temperamento, en muchas ocasiones sencillamente está cumpliendo con la normativa y en otras puede que tenga alguna otra razón práctica para llevarlo, como muestra esta ilustración hecha por Lili Chin para Muzzle Up Project, y como desgranamos en el texto con más detalle.
En MuzzleUpProject.com encontraréis muchísimas pistas que pueden ser de ayuda, incluyendo vídeos prácticos y un plan de acción para saber cómo introducir correctamente el bozal a los canes.
Como explican con suma claridad en el vídeo de Abrazo Animal que veréis a continuación, la normativa que afecta a los perros que en nuestro país son catalogados como presuntamente peligrosos indica que en la calle han de ir siempre con bozal (además de otras restricciones).
Independientemente de que ese can sea un buenazo -como Yoa- que nunca haya intentado morder ni a una mosca, su dueño está cumpliendo con la ley al ponerle un bozal. Nada más que eso. El bozal no es reflejo de la personalidad o talante del can.
Hay otras razones por las que un perro puede llevar bozal:
- Porque es un basurillas y están intentando que deje de comer porquerías del suelo.
- Porque está a punto de subir al Metro o a Cercanías, donde es de nuevo obligatorio que lo lleve puesto.
- Porque le están enseñando a llevar bozal, algo que es muy útil en ciertas situaciones (visitas al veterinario, viajes en Metro...)
- Porque necesita algo más de espacio y no está cómodo cuando la gente o los perros se le acercan demasiado.
- Porque es un can que está aprendiendo a estar menos anisoso y más relajado cuando hay ciertos estímulos cerca y prefieren trabajarlo así, con un bozal puesto.
- También, claro, porque es un perro reactivo y por seguridad lleva bozal.
¿Y lo malo?
Pues lo malo, como bien explican en el vídeo de Abrazo Animal y también la ilustración que compartíamos al comienzol, lo malo es colocar a un perro un bozal que implique riesgos para su salud.
Si el bozal no permite al can abrir la boca para respirar con normalidad puede convertirse en una trampa mortal, sobre todo en verano.
Es un riesgo considerable sobre todo si el can no está habituado al bozal y se estresa, esto contribuiría a que pudiera darle un golpe de calor. Y en su caso un golpe de calor es extremadamente peligroso, se calcula que puede ser mortal en más del 60% de los casos.
Los bozales de tela, los también conocidos como bozales de tubo, incluso están prohibidos en Barcelona justamente por esa razón, recuerdan desde Fundación Affinity:
"El uso de un bozal de tubo queda limitado a situaciones puntuales, de corta duración y siempre rigurosamente bajo la supervisión de una persona, por ejemplo durante una visita veterinaria. Su uso supone un peligro en los días de calor o cuando el perro hace ejercicio físico. En Barcelona, la Ordenanza sobre Tenencia de Animales, en vigor desde el 1 de Octubre 2014, prohíbe su uso, así como el uso de cualquier bozal que impida al perro abrir la boca en su interior."
En resumen, el hecho de que un perro lleve bozal no es sinónimo de que sea agresivo o vaya a morder a la primera de cambio. Y, en cuanto al tipo de bozal, los más recomendables son los bozales de cesta o Baskerville que permiten al perro abrir la boca para respirar.
¿Cómo ir acostumbrando a un perro a llevar bozal?
Pues, como cuando vas a enseñarle cualquier novedad, con calma, mucha calma, y a través del refuerzo positivo.
En estos dos vídeos la gran Pat Educadora Canina lo explica estupendamente y ofrece consejos útiles para ir paso a paso y lograr que sea una experiencia positiva.
El objetivo es que lo lleve tranquilamente, igual que tú llevas las gafas de sol.
