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El "test del consentimiento canino": a muchos perros no les gusta ser acariciados / tocados / abrazados

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Última actualización del articulo el día 18/12/2023

Muchos humanos no lo tienen en cuenta: no a todos los perros les gusta ser tocados y acariciados, o no siempre. Menos aún ser abrazados.

Es buena idea aprender a escuchar lo que nos dicen nuestros canes con su cuerpo, respetar sus tiempos y sus deseos: y no sólo por "educación" sino para evitar situaciones que pueden acabar siendo peligrosas.

Estos vídeos, analizados por una educadora canina, son un ejemplo perfecto de ello: una Rottweiler hace todo tipo de señales de calma e incluso gruñe para alejar a la persona que insiste en ignorar el lenguaje canino.

Su familia comparte estos y más vídeos en su canal de Tiktok y responden a las críticas: ellos conocen mejor que nadie a su perra y no están de acuerdo en que no quiera ser achuchada. Dicen que esos gruñidos son lo que se conoce como Rottie Rumble, los gruñidos cariñosos de un Rottweiler...  Esto puede acabar teniendo consecuencias dramáticas.

 

Hay muchos perros que no encuentran agradable según qué caricias pero hay muchos humanos que no conciben otra forma de mostrar su cariño y esto puede tener consecuencias indeseables.

Colega siempre fue un perro muy cariñoso. A él sí le gustaba ser acariciado. Era de los que lo decían alto y claro: si parabas de rascarle, te daba con la pata para que siguieras.

Me lo hacía a mí y a mucha otra gente con la que se topaba en la calle o en los cientos de cafés y locales que visitó constantemente a lo largo de su vida.

Pero no siempre, como es lógico, hay momentos en los que no estaba para "fiestas" y también lo decía, alto y claro, se aparta y punto. 

Tampoco le gustaba, nada, como a la gran mayoría de los perros, que le abrazaran, algo que muchos niños pequeños tienen tendencia a hacer con los canes, tanto los que conocen como los desconocidos.

Eso es un peligro, serio: para los perros un abrazo no es una muestra de cariño, muchos lo "aguantan" de sus humanos porque no tienen más remedio pero si es un extraño o si es en un momento en el que ese perro está nervioso, cansado, le duele algo... puede reaccionar de la única forma que le queda para que le dejen en paz: mordiendo.

Por eso algunos educadores caninos enseñan lo que se conoce como el "Test de Consentimiento Canino"algo que puede ser de gran utilidad sobre todo para familias con niños pequeños. 

¿Cómo saber si tu perro quiere ser tocado / acariciado?

Lo importante es hacerse la pregunta y respetar la voluntad del can. La respuesta la puedes obtener a través de un test que no puede ser más sencillo: no tienes más que acariciarle un poco y luego parar y observar qué hace.

Si se aparta, aparta la mirada o te dice con su cuerpo que no, ya tienes la respuesta: déjale en paz, respeta su espacio. A lo mejor quiere estar a tu vera tranquilamente, sin que le toques en ese momento.

Si, por el contrario, se acerca a tu mano, se tumba relajadamente, se apoya en ti, etc... ¡sesión de mimos!

Eli y Santi Vidal de Más que Guau hablan de la regla de las 4 P: las caricias han de ser Previsibles, Permitidas, Placenteras y Productivas.

Algunos educadores caninos hablan del "Test del Consentimiento Canino", que podéis ver en acción en el primer vídeo. También se conoce como la regla de los cinco o tres segundos.

Ambas opciones son muy útiles para poder enseñar a personas que quizá no estén habituadas a interactuar con perros o a niños pequeños. Pero, en realidad, son útiles para todos porque, como también explica Zazie Todd, estos tests de consentimiento pueden mejorar nuestra relación con nuestro perro puesto que a través de ellos les damos la libertad de decidir y elegir si les apetece o no ser acariciados y por cuanto tiempo.

1. Espera a que el perro interactúe contigo o invítale tú a que lo haga, en un momento tranquilo. 
2. Acaríciale por no más de 5 segundos (menos si el perro es tímido o no es de tu familia)
3. Detente y espera a ver qué hace, observa su comportamiento para ver si se aparta o si, por el contrario, se mueve hacia ti. 
4. Repite los pasos 2 y 3, alternando entre caricias y espera, observando su comportamiento y... respetándolo. Deja que sea el can quien marque los tiempos.

Aquí podéis ver otro vídeo en el que nos muestran la cantidad de (sutiles para algunos, obvias para otros) mensajes que envían los canes cuando no quieren ser acariciados. Y cuando sí les apetece mucho.

Son, sí, las señales de calma, el lenguaje canino que todos deberíamos manejar al interactuar con los perros.

¡Es tan, tan importante saber entenderlas!

Podéis encontrar más información -en inglés- en el blog de Eileen, la misma persona que ha hecho este útil vídeo.

Y, sin duda, es muy buena idea explicar a los niños que abrazar o besar a un perro no es una forma de demostrarle cariño. 

Una de las grandes expertas mundiales en comportamiento canino, Patricia McConnell (cuyos libros son TODOS recomendables) propone otro test en el caso de los abrazos, también cargado de sentido común: sacar una foto y estudiar la cara y la postura del can.

Cuando abrazas a tu perro -cuando un niño abraza a un perro- no ve su cara. Y al ver la foto quizá puedan entender que en ese momento su can está todo menos feliz.

Una buena forma de hacérselo entender a un niño puede ser también esta imagen, de la la web de la gran Sophia Yin, tristemente fallecida. Para un perro un abrazo es como para ti ese pellizco en el cachete...

En este vídeo tan tierno que publicamos hace poco se ve claramente, como bien nos indicaron tras destacar la escena: lo que para el niño es un premio (abrazar al can) no lo es para el perro, no le gusta, está agobiado (se aparta, bosteza, se chupa los labios... una señal de calma tras otra).

McConell también ofrece en el mismo artículo (en inglés) consejos para saber cómo lograr que a tu perro no le molesten (tanto) los abrazos.

PD: Echad un vistazo en google a fotos de gente abrazando a sus perros y seguro que ahora podréis distinguir los canes que no están disfrutando para nada ese abrazo de los que sí están contentos.

 

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