Konrad Lorenz es, además de uno de los padres de la etología y premio Nobel, el flautista de hamelín de los gansos.
Este vienés, nacido en 1903, fue quien exploró el fenómeno de la impronta, demostrando en la práctica que si un ganso recién nacido veía a un humano antes que a su madre, seguiría al humano como si fuera su madre.
Konrad Lorenz es, además de uno de los padres de la etología y premio Nobel, el flautista de hamelín de los gansos.
Este vienés, nacido en 1903, fue quien exploró el fenómeno de la impronta, demostrando en la práctica que si un ganso recién nacido veía a un humano antes que a su madre, seguiría al humano como si fuera su madre.
En este vídeo han traducido gansos por patos pero podréis ver a Konrad en acción. El etólogo es seguido por agua, tierra y aire por sus gansos grises como si fuera lo más normal del mundo.
Lorenz logró transmitir su amor por los animales y sus conocimientos al público no científico. Lo hizo en varios libros que son realmente recomendables.
Aunque fueron escritos en 1949 y 1950, estos dos textos siguen siendo tremendamente informativos y divertidos. Llenos de anécdotas, de datos y de curiosidades, además de ilustrados con unos dibujos geniales, ambos son una ventana hacia el mundo animal que una vez abierta es imposible de cerrar.
Hablaba con las bestias, los peces y los pájaros
Cuando el hombre encontró al perro
En el primero, Lorenz habla de todo tipo de bichos, explicando su relación con los gansos y otros animales que pululaban por su casa. Su vida siempre estuvo íntimamente ligada a la de los animales y su relación con los perros, sobre la que nos habla en el segundo de los libros, es envidiable. Se entienden y él nos explica los orígenes de este vínculo que seguimos descubriendo hoy en día.
Konrad Lorenz sí que era el encantador de los animales... sin ninguna duda.
